Lo microcotidiano
Esta experiencia de lo microcotidiano sirve también para otra cosa. Nos hace entender algunas de las causas de los grandes problemas macroeconómicos que afrontamos hoy
Barcelona
Nos movemos en manada y nos liberamos también colectivamente, masivamente. Empezamos los turnos de vacaciones los mismos días y con la misma fuerza del torbellino que ha estado represado largo tiempo. Ponemos a prueba las infraestructuras, los medios de transporte, los lugares de ocio, el funcionamiento normal de casi todo. Vuelven las colas en las carreteras, como han empezado hoy mismo. Vuelven los incendios en los bosques. Vuelve la escasez de la oferta por efecto del exceso de demanda. Y ello es caldo de cultivo, por desgracia, de demasiados abusos sobre los consumidores. De precios hosteleros y turísticos que se disparan a cambio del mismo servicio. De sobre facturación en los aviones. De pérdidas de maletas, de tiempo. Así que la alegría del descanso que llega para muchos se acompaña de efectos, por desgracia, negativos para ellos mismos y muchas veces también para el resto. Esta experiencia de lo microcotidiano sirve también para otra cosa. Nos hace entender algunas de las causas de los grandes problemas macroeconómicos que afrontamos hoy. La inflación. Los cuellos de botella en las cadenas de suministros. La congestión de determinados servicios son también efectos indeseados de una recuperación económica muy positiva en sí misma. Ojalá que dure, aunque sea también problemática y rodeada de incertidumbre.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...