Jueces o guerreros
Esto no es un tribunal. Esto es un parteaguas. Un estandarte de guerra civil. Una línea divisoria de la nación. No es propiamente Derecho, sino revés
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Barcelona
El Tribunal Supremo no deroga el derecho al aborto en EEUU. Suprime la protección de la que gozaban, desde hace medio siglo, las mujeres que abortan en la mitad del país: los Estados de la otra mitad seguirán apoyándolas.
Los señores magistrados (las señoras votaron en sentido contrario) saben que las mujeres continuarán abortando. Solo que en peores condiciones, más caras y más lejos. O sea, no pretendían evitar que se produzcan interrupciones voluntarias del embarazo. Solo incordiar a las mujeres para proteger sus propios prejuicios. Algo muy propio de hombres. Específicamente de hombres machistas. Es un motivo ideológico, el que les anima, el odio a las rebeldes. O simplemente, la militancia sexual extremista, una cualidad muy poco constitucional.
El Supremo norteamericano divide además a la sociedad por mitades. La mitad de los Estados seguirán amparando el derecho de las ciudadanas a disponer de su propio cuerpo; la otra mitad, persiguiendo a las abortistas.
Esto no es un tribunal. Esto es un parteaguas. Un estandarte de guerra civil. Una línea divisoria de la Nación. No es propiamente Derecho, sino revés.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...