Conviene seguir caminando, sin perder la conciencia y sin dejar de hablar

Madrid

Después del domingo vino el lunes y después del lunes llega el martes, camino del miércoles y del jueves. Suena el despertador, se mueven las hojas del calendario y conviene seguir caminando, sin perder la conciencia y sin dejar de hablar. Ayer me pasé el día hablando con mi familia. Somos muchos y muy variados, pero nos llevamos bien. A mis hermanos votantes del PP les di la enhorabuena. Mi hermano de Vox empezó por decirme que había subido dos escaños, pero tardó poco en reconocer el fracaso de sus aspiraciones. Mi hermano de izquierdas estaba triste, por unos y por otros, ya se sabe, por los resultados del PSOE, por la falta de movilización, por las divisiones en la izquierda. Al menos, Por Andalucía ha sacado grupo parlamentario, me dijo.

Al menos es una expresión útil para seguir caminando. A ver qué pasa, también. El camino nos ofrece la posibilidad de afirmar que las elecciones de Andalucía las ha ganado la democracia. Eso le digo yo a mi madre. Para que eso sea verdad, el PP, libre ahora de las presiones de la extrema derecha, puede cumplir con su papel necesario, lejos de las formas y las consignas madrileñas propias del caudillismo. Más difícil lo tiene la oposición, porque en los últimos años ser oposición contra el Gobierno se ha identificado con gritar, insultar, mentir, escandalizar…, hasta el punto de que si uno no grita parece que no se ha opuesto a nada. A la izquierda le corresponde encontrar una forma distinta y eficaz de oposición, defendiendo los servicios públicos y los impuestos democráticos sin caer en el histrionismo.

Por lo demás, después del jueves vendrá el viernes y después el sábado y el fin de semana. Así que conviene empezar a pensar qué vamos a hacer el próximo domingo. Al próximo domingo no se puede renunciar. Además, hoy es San Luis.