Jornadas de acaloramiento
A eso de la medianoche vuelvo a abrir ventanas y salgo, de nuevo, al balcón, y por unos momentos escucho cómo se abre paso el silencio, un raro y apreciable bien común que es lo mejor que nos pasa en el día
Maruja Torres: 'Son días de sofoco político y trastorno económico, y de eso también conviene resguardarse'
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Madrid
En estas jornadas de acaloramiento, nada me gusta más que despertar a las siete menos cinco, cuando hace algo de fresquito, abrir ventanas, salir al balcón y, con los auriculares puestos, escucharos. Y mientras hago mis ejercicios, de fortalecimiento de trapecio, pasan los viandantes a lo suyo: a trabajar, a caminar o a pasear al perro. Algunos levantan la vista y esbozan una sonrisa tipo "Mira, la vieja ésta", y me siento en comunidad. Luego cierro las cristaleras, chapo persianas y vivo para adentro, protegida del calor.
Como son días, además, de sofoco político y trastorno económico, de eso también conviene resguardarse. Algo que a mí me va muy bien es ver los programas televisivos de actualidad mañanera, pero hacerlo bien entrada la tarde. Resulta muy conveniente pues, al tiempo que entretiene, permite admirar con cuánta facilidad y elegancia decae, ante nuestros diferidos ojos, aquello que se nos dijo casi a voz en grito, y con apocalíptico tono, unas horas antes. La postergación permite, asimismo, trajinar con el mando a distancia, para adelantar a lateros y pomposos.
Estas cositas hago, aparte de hidratarme, no planchar y no ejecutar abdominales, ni a la hora máxima de sol, ni en general. Y a eso de la medianoche vuelvo a abrir ventanas y salgo, de nuevo, al balcón, y por unos momentos escucho cómo se abre paso el silencio, un raro y apreciable bien común que es lo mejor que nos pasa en el día.
Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16 de marzo de 1943), más conocida como Maruja Torres, es...