Inconcebible, ¿verdad?
Es como si en España no hubiera hecho falta una moción de censura presentada por la oposición para echar a Mariano Rajoy por la corrupción probada en su partido
Madrid
Salga como salga la votación respecto al primer ministro británico, Boris Johnson, lo más interesante es conocer el procedimiento que utilizan los partidos políticos en el Reino Unido para deshacerse de un primer ministro cuando creen que perjudica los intereses generales de la organización o sus expectativas electorales. En muchos países europeos es casi inconcebible plantear esa maniobra cuando el partido en cuestión está en el poder, es decir, cuando tiene clara mayoría parlamentaria y controla sin problemas el gobierno, como es el caso de Johnson. En el Reino Unido la cosa es distinta: son los propios diputados del grupo gubernamental quienes pueden convocar una votación interna, echar a su primer ministro y proponer en el parlamento, sobre la marcha, a otro miembro de su partido para sustituirle. Lo han hecho bastantes veces a lo largo de su historia e incluso cuando no consiguen echarle en ese primer golpe, si el número de votos en contra ha sido alto, lo habitual es que el primer ministro en cuestión termine marchándose o convocando nuevas elecciones. Es como si en España no hubiera hecho falta una moción de censura presentada por la oposición para echar a Mariano Rajoy por la corrupción probada en su partido, sino que hubieran sido los propios diputados populares quienes hubieran considerado que hacía falta un gesto de dignidad cara a sus electores y que tenían que encontrar otro primer ministro que no estuviera relacionado con la historia reciente del PP. Inconcebible, ¿verdad? Pues es una pena.
Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...