Muere Gilberto Rodríguez Orejuela, el capo del cártel de Cali que se enfrentó a Pablo Escobar

Gilberto Rodríguez Orejuela, el que fuera uno de los principales jefes del cártel de Cali, ha muerto este miércoles a la edad de 83 años en una cárcel de Estados Unidos en la que se encontraba desde diciembre de 2004. "Mi padre falleció en la madrugada de hoy", confirmó este miércoles a Caracol Radio una de las hijas del narcotraficante, Alexandra Rodríguez. Su muerte supone un paso más en el cierre de uno de los capítulos más violentos en la historia de Colombia: el enfrentamiento entre los cárteles de Cali y Medellín.

Gilberto y su hermano Miguel, quien todavía cumple condena una prisión estadounidense, fueron los líderes del cártel de Cali. Llegaron a convertirse en los narcotraficantes más poderosos del mundo, sobre todo después de que su gran rival, Pablo Escobar, muriera tiroteado por un comando de policías y militares en diciembre de 1993. Precisamente, su colaboración en la persecución de Escobar era la mayor baza de los hermanos Rodríguez Orejuela para evitar su extradición, pero su larga batalla jurídica fue infructuosa y ambos acabaron entre rejas en Estados Unidos.

Drones con herbicida contra el narcotráfico colombiano

Los cárteles de Cali y Medellín fueron responsables del 80% de la cocaína que entró en Estados Unidos entre 1984 y 1990, según la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés). No en vano, las autoridades del país norteamericano aseguraban que Gilberto y Miguel nunca dejaron el narcotráfico y que manejaban sus negocios desde prisión.

Figura clave en el mayor escándalo político de Colombia

Conocido como 'el ajedrecista', Gilberto cumplía una pena de 30 años de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico en una cárcel federal de Carolina del Norte, donde fue extraditado tras su detención en Colombia e 1995. En los últimos años. su estado de salud había empeorado —sufrió un infarto y padecía de cáncer—, hasta el punto de que intentó sin éxito que lo trasladaran a un centro de baja seguridad en la ciudad de Butner, también en Carolina del Norte.

Miguel Rodríguez Orejuela, de 78 años, se encuentra también recluido por delitos de narcotráfico en una cárcel de Pensilvania. Lo último que se supo de ambos es que habían accedido a declarar ante la Comisión de la Verdad sobre la financiación de la campañas políticas de las décadas de los 80 y 90. Los hermanos Rodríguez Orejuela protagonizaron uno de los grandes escándalos políticos de Colombia. Su papel fue clave en los ingresos procedentes del narcotráfico de la campaña que llevó a la presidencia a Ernesto Samper en 1994.