Crear empleo no es delito
Los catastrofistas dijeron primero que las cifras de empleo eran falsas, parados encubiertos por los ERTE. Se demostró falso. Luego adujeron que estaban enmascaradas porque se había creado empleo público, y no privado. Era falso

Barcelona
Otro mes de resultados espectaculares de empleo. Hemos consolidado el récord, por arriba, de veinte millones de ocupados, afiliados a la Seguridad Social. Hemos batido un hito sangrante, por abajo, reduciendo el paro a menos de tres millones de desempleados, aunque todavía sean muchos. Demasiados. Y además, los que mejor viento de cola agarran son los jóvenes. Y la recuperación alcanza incluso a los autónomos, un territorio siempre comanche.
Estos datos subrayan, sobre todo, un hecho fundamental: que la economía va mucho mejor que lo que dicen los interesados, los pesimistas, los opositores, los pescadores en río revuelto, los cenizos y muchos periodistas. O sea, una gran parte de la opinión, dicho sea con mil disculpas. La economía tira. Pese a las incertidumbres, a la guerra y a los errores de todos nosotros.
Cuidado, que, también con perdón, vendrá el tío Paco con las rebajas. Los catastrofistas dijeron primero que las cifras de empleo eran falsas, parados encubiertos por los ERTE. Se demostró falso. Luego adujeron que estaban enmascaradas porque se había creado empleo público, y no privado. Era falso. Ahora alegarán que los contratos temporales abusivos continúan existiendo, pero disfrazados a través de la figura de los fijos discontinuos, que tampoco explica el éxito de la reforma laboral, de los agentes sociales, del Gobierno y de la sociedad. El caso es amargar el desayuno, el aperitivo y la merienda a los ciudadanos de a pie. Si nos dejamos.


Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...