Ralf Rangnick y la debacle del Manchester United

Cuando se destituyó a Ole Gunnar Solskjaer, ninguna opción parecía atractiva para reconducir un proyecto que apuntaba a lo más alto en verano. Las llegadas de Cristiano Ronaldo, Raphael Varane y Jadon Sancho hacían pensar en una mejora del Manchester United, que podría, al menos, competir con Manchester City, Chelsea y Liverpool. Aun así, nada salió bien, y la dirección decidió contratar a Ralf Rangnick, visionario del fútbol alemán, como entrenador y consultor. La idea era que diese un paso al lado de cara a la temporada siguiente, que pusiese los cimientos del proyecto. El problema es que la idea sobre el papel no se llevó bien a la práctica.

Su llegada, hace ya medio año, fue el pistoletazo de salida de un desastre que por poco deja al Manchester United en Conference League. Todo salió mal, hasta el punto de que el Manchester United se plantea un nuevo reseteo en su proyecto, quedando muy lejos la época dorada con Sir Alex Ferguson en el banquillo. Si bien Rangnick no tenía las exigencias de conseguir algo grande, sí tenía que haber empezado a construir.

El futuro del United, en el aire

Por estar en duda, está hasta la continuidad de Cristiano Ronaldo, que llegó para tener un último baile con el equipo que le vio crecer. El portugués ha sido el jugador más destacado de los suyos en esta temporada, haciendo notorio que los jóvenes del equipo no están capacitados para coger el relevo. Ahora, con Erik Ten Hag en el banquillo, queda la esperanza de que jugadores secundarios puedan dar un paso hacia delante, pero es más una conjetura que una realidad.

Rangnick, que debía ser clave en este verano desde su nueva posición de asesor y con su probado buen ojo para captar talento, acaba saliendo por la puerta de atrás para entrenar a la Selección Austriaca. Con ello, el Manchester United pone punto y final a medio año de despropósito en una temporada que, por primera vez en casi una década, prometía ser como las de antaño.