El eritreo Girmay tiene que abandonar el Giro por su accidente en el podio tras ganar la etapa
Girmay se convirtió en el primer ciclista del África negra en ganar una etapa de una gran vuelta, pero recibió un golpe en el ojo durante la celebración
El eritreo Biniam Girmay (Intermarché) deberá guardar reposo absoluto después de la lesión ocular que se produjo al abrir la botella de vino espumoso en el podio y recibir el impacto del tapón en el ojo izquierdo. "Estoy feliz por la victoria de ayer, pero un poco triste por lo que pasó en el podio. Cuando volví del hospital todos estaban felices, pero también un poco preocupados. Desafortunadamente no estaré en la salida este miércoles. No puedo continuar el Giro, porque mi ojo necesita un descanso. Estoy deseando que llegue el resto de la temporada. Gracias a todos por todo el apoyo" , ha dicho en las redes del equipo Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux.
Los exámenes médicos revelaron una hemorragia en la cámara anterior del ojo izquierdo de Biniam Girmay. La evolución de su lesión va en la dirección correcta y será seguida de cerca por un equipo médico en los próximos días. "Para minimizar el riesgo de expansión hemorrágica y presión intraocular, se recomienda evitar actividades intensivas. Nuestra prioridad es la recuperación total de la lesión y por eso hemos decidido, en consulta con el ciclista y la dirección deportiva, que Biniam no presentarse al inicio de la 11ª etapa ", dice el informe del doctor Piet Daneels.
La mala fortuna se ceba con Girmay
Biniam Girmay (Asmara, 22 años) recibió las flores e inmediatamente se inclinó para descorchar el vino espumoso reservado para el ganador. El tapón salió despedido antes de que el corredor se levantara y le golpeó con fuerza el ojo izquierdo. Tras bajar del podio, comentó a sus asistentes que apenas podía ver por ese ojo y fue transportado al hospital Carlo Urbani en Jesi.
Un episodio similar ocurrió al final de la primera etapa, la Budapest-Visegrad, con Mathieu Van der Poel como protagonista, aunque el neerlandés tuvo más suerte, ya que la gorra le protegió y el corcho le dio en un pómulo antes de salir volando.