El festival de festivales

Desde hace 75 ediciones la industria cinematográfica de todo el mundo tiene una cita en una pequeña ciudad del Sur de Francia bañada por el Mediterráneo. Cannes está situada entre Niza y Mónaco, en plena Costa Azul. Desde el siglo XIX, la ciudad se fue convirtiendo, poco a poco, en un habitual destino de vacaciones para la alta burguesía europea. A lo largo de la Croissette, su paseo marítimo, se fueron construyendo, uno tras otro, algunos de los hoteles más caros y exclusivos de Europa: Carlton, Martinez, Majestic… Cannes tiene una población de unos 70.000 habitantes, pero en estas fechas la ciudad duplica sus habitantes con la visita de aficionados, periodistas, directores, estrellas y toda clase de profesionales del cine.

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Pero ¿por qué se celebra en Cannes el Festival de cine? La respuesta hay que buscarla en otro famoso festival, el de Venecia. Desde 1932 se celebraba allí la Mostra Internacional de cine que había sido creada por el gobierno fascista de Benito Mussolini. A los representantes de países como Inglaterra, Francia o Estados Unidos no les gustaba cómo se estaba desarrollando el festival. En 1938 todo el mundo esperaba que La gran ilusión de Jean Renoir, ganara el primer premio, pero éste fue a parar a una película italiana y al documental Olimpiada de Leni Riefenstahl que exaltaba el poder de la Alemania nazi. Los franceses se marcharon furiosos del Lido y decidieron crear su propio festival eligiendo como sede la ciudad de Cannes. La primera edición se inauguró el 1 de septiembre de 1939, pero ese día el mundo no estaba para películas. Alemania había invadido Polonia y Francia e Inglaterra declaraban la guerra a los nazis. Hubo que esperar al final de la contienda para que Cannes inaugurara de verdad su festival de cine.

Eso ocurrió el 30 de septiembre de 1946. Ese año se vieron unos cuarenta largometrajes y casi todos tuvieron alguna mención en el palmarés oficial. Películas como Breve encuentro de David Lean, Roma, ciudad abierta de Roberto Rossellini o Días sin huella, el drama sobre el alcoholismo que dirigió Billy Wilder. A partir de 1951 el festival se trasladó de septiembre a la primavera y en 1955 el máximo galardón que premiaba a la película triunfadora recibió el nombre por el que hoy es mundialmente conocido: la Palma de Oro. Y ¿por qué una palma? Pues porque esa planta aparece en el escudo de armas de la ciudad. Una rama de palma cuyo tallo en el extremo inferior está cortado en forma de corazón y que se ha convertido en uno de los objetos más codiciados del mundo.

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La primera película en recibir la Palma de Oro fue Marty, de Delbert Mann, con Ernest Borgnine de protagonista. A partir de entonces Cannes fue ganando el pulso a los festivales de Venecia y Berlín y se consolidó como la gran cita anual de la industria del cine. El festival pronto comprendió que además de la calidad de las películas que se presentaban, de sus valores artísticos, sociales y políticos, necesitaba también la presencia de grandes estrellas y casi todas, desde las del cine clásico al actual han pasado por Cannes en alguna ocasión, animando con su presencia el glamour del festival. Y no solo acuden estrellas o cineastas, también políticos como Al Gore, grupos de rock como los Rolling Stones o grandes futbolistas como Maradona.

En 1954 Simone Silva fue la protagonista de uno de los primeros escándalos del festival. La actriz había aparecido en algunas películas británicas de serie B, pero se dio a conocer internacionalmente cuando se quedó en toples durante una sesión fotográfica en la playa de la Croisette junto a Robert Mitchum. Una foto que dio la vuelta al mundo. Los periódicos y revistas se dieron cuenta de que el glamour de Cannes vendía ejemplares y desde entonces la Croissette se llenó de fotógrafos en busca de imágenes. Simone Silva fue la primera starlett. Así llamaron desde entonces a aquellas aspirantes a estrellas que se dejaban fotografiar ligeras de ropa en la playa.

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En Cannes ha habido escándalos y polémicas de toda tipo. Encontronazos con la religión, como el que se produjo con la Palma de Oro que ganó La dolce vita de Federico Fellini, película reprobada por el Vaticano; y también escándalos políticos. El mayo del 68 coincidió con una edición del festival. Los directores de la Nouvelle Vague, François Truffaut, Jean-Luc Godard y compañía, se solidarizaron con los estudiantes y obreros en huelga y pidieron que el festival se cancelara. Carlos Saura presentaba en esa edición su película Peppermint Frappé, pero como sus compañeros franceses, también decidió retirarla.

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En Cannes han ganado la Palma de Oro muchas películas consideradas hoy grandes clásicos del cine: El gatopardo, Apocalypse Now, Viridiana, la única cinta española en lograrlo, Taxi driver, Pulp Fiction, El tambor de hojalata o Paris- Texas de Wim Wenders. Pero también otras muchas han sido pitadas y abucheadas. Le ocurrió por ejemplo a Michelangelo Antonioni con La aventura o, ya en este siglo, a Sofía Coppola con María Antonieta. El festival también ha servido para lanzar la carrera de muchos directores. Steven Soderberg, por ejemplo, ganó la Palma de Oro en 1989 con tan solo 26 años gracias a Sexo, mentiras y cintas de video.

Desde que en 1955 se creó la Palma de Oro tan solo dos mujeres directoras la han ganado. Una fue Jane Campion, en 1993, por El piano. La otra Julia Ducornau, el año pasado por Titane. Pero ya sea hombre o mujer, todos los directores sueñan con ganar el premio. Siete directores pueden presumir de tener dos Palmas en su vitrina: El norteamericano Francis Ford Coppola, el japonés Shohei Imamura, el serbio Emir Kusturica, el danés Bille August, el austriaco Michael Haneke y los hermanos belgas Luc y Jean-Pierre Dardenne. Las películas presentadas en la sección oficial y en algunas de las paralelas tienen prácticamente aseguradas su venta y estreno en todo el mundo.

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Este año podrán verse 22 películas en la sección competitiva, con Albert Serra como único director español en esta categoría. En las secciones paralelas se proyectarán más de cien. Periodistas, aficionados y profesionales del cine acudirán como siempre a las diferentes proyecciones y en la sesión de gala de cada tarde las estrellas cruzarán la alfombra roja camino del Palacio del Festival. Y una vez dentro, las luces se apagarán y sonará El carnaval de los animales de Camille Saint Sens. En la pantalla veremos unas escalinatas que salen del mar y terminan en una gran Palma de Oro mientras que un cartel anuncia: “Festival de Cannes”, o lo que es lo mismo, el festival de cine más importante del mundo. El festival de festivales.