El lanzamiento de objetos obligó a detener el encuentro entre el Real Murcia y el Sevilla Atlético

La frustración se apoderó de la grada del Enrique Roca y algunos espectadores metieron la pata. La jornada dominical en el grupo dos de Primera Federación dejó incidentes en la capital del Segura, donde se produjeron lanzamiento de objetos en diferentes situaciones que obligaron a detener el mismo a partir del minuto ochenta de juego. El Murcia tuvo la posibilidad de asaltar el liderato después del pinchazo del Antequera, ya que el conjunto malagueño empató a cero ante el Real Madrid Castilla. Sin embargo, no sólo no ganó, sino que desde la primera parte empezó perdiendo y se mostró incapaz de abrir el marcador, pese a contar con diferentes ocasiones en la segunda mitad. Sin embargo, comenzó el lanzamiento de botellas de agua en una primera acción en una jugada invalidada por fuera de juego, donde Raúl Alcaina y el defensor sevillista se enfrentan pugnando un esférico. Posteriormente, en el segundo gol de los visitantes y cuando los granas estaban volcados al ataque, un error de Gazzaniga en la salida para cortar un ataque finalizó en el remate a placer, completamente sólo, del delantero visitante Mejía. En la celebración de ese tanto, en una de las esquinas del terreno de juego, diferentes botellas cayeron al verde. El técnico del Sevilla Atlético, Jesús Galván, después del choque reconoció sobre la situación: «El árbitro me comunica que hay un impacto de un objeto a uno de mis jugadores y que por protocolo debe parar el partido», indicó. Después de diez minutos donde los dos equipos y el cuadro arbitral se retiraron al vestuario, volvió a reanudarse el choque. Pero la mayoría de aficionados abandonaron el feudo grana. Por parte local, Fran Fernández, contó cómo estaba su plantilla: “Me he dedicado a calmar a mis jugadores. Estaba el ambiente muy caliente, no se podía hablar mucho con el árbitro”, sentenció. Dependiendo de lo que escriba en el acta el colegiado, el lanzamiento de objetos puede considerarse una conducta contraria al buen orden deportivo, como indica el artículo 68 de la RFEF. En ese caso, el equipo podría ser sancionado con multa desde 3.006 a 30.051 euros y podría clausurarse el recinto deportivo desde un encuentro hasta una temporada. Sin embargo, lo habitual es que sólo haya multa económica. El pasado mes de octubre el RCD Espanyol fue sancionado con 3.000 euros por el lanzamiento de un vaso al colegiado en Cornellà.

El lanzamiento de objetos obligó a detener el encuentro entre el Real Murcia y el Sevilla Atlético

Después del minuto ochenta de juego, un segundo lanzamiento de botellas de agua obligó al colegiado a parar el partido. Ahora, al conjunto grana podría caerle una multa económica

Victorio de Haro Hernández

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