En el nombre de hoy, con José Miguel Rojo: 'la crisis de la vivienda o el debate sobre de qué va la legislatura'
Columna de opinión del politólogo y profesor de Ciencia Política y Opinión Pública de la UMU
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En el nombre de hoy, con José Miguel Rojo
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Murcia
En el nombre de hoy, lunes 10 de febrero, recordamos que los temas de los que se habla en política importan. No son inocentes. Hay temas que benefician más a unos actores que a otros. No es lo mismo, en términos de relevancia ideológica, sostener que el principal problema de España es la inmigración que decir, por el contrario, que es la vivienda. Todos los problemas se construyen, son perceptivos. Si se habla de economía no se habla de amnistía y viceversa. Así con todo.
La pugna por la agenda, por definir los temas de los que debatimos, es uno de las empeños más notables de los estrategas políticos. En España, el crecimiento imparable de los precios del alquiler está ahogando ya a una generación de jóvenes que tiene que empeñar la mayor parte de su salario para poder vivir solo a los veintitantos. Incluso en capitales de provincia como Murcia, donde siempre fue más barata la vida, los alquileres no paran de subir. Todo ello con un cuadro macroeconómico envidiable, que de poco sirve si no tiene traslación directa en términos de mejora de las condiciones materiales de vida de la gente.
Mientras los estudios sobre la intervención en el mercado de la vivienda mediante el establecimiento de topes aportan evidencias contradictorias, sí existe un claro consenso a la hora de señalar la necesidad de construir más vivienda pública. O construir vivienda pública a secas, que parece que se nos ha olvidado en este país, aumentando con ello la oferta de vivienda asequible.
Hablar de vivienda nos devuelve al maremágnum competencial del Estado descentralizado y no parece que tengamos claro qué gobiernos lo han hecho mejor en este tema. Tal vez sea porque, hasta hace meses, no estaba en la lista de prioridades de ninguno de ellos.
Vuelve el marco de la “juventud sin futuro” que precedió al 15M. Volvemos a hablar de desahucios. Impugnación de los grandes partidos. Lucha entre generaciones. Pero todos estos temas del comer rivalizan con la cumbre patriótica y el desmantelamiento de lo público que los ingenieros al servicio de Elon Musk y Trump están consumando. La tensión entre lo urgente y lo importante, entre el fin de mes y la batalla cultural controla la temperatura de la calle para postergar el punto de ebullición.