Comienzan las labores de consolidación de la estructura y las cubiertas de la Cárcel Vieja de Murcia
Las obras de rehabilitación del módulo de internos que arrancaron el pasado 11 de diciembre, han permitido ya asegurar toda la estructura interior del edificio e inventariar más de medio centenar de elementos singulares que ya están en proceso de restauración
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Comienzan las labores de consolidación de la estructura y las cubiertas de la Cárcel Vieja de Murcia
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Murcia
Las obras de rehabilitación de la Cárcel Vieja de Murcia, que arrancaron el pasado 11 de diciembre, han permitido ya asegurar toda la estructura interior del edificio, cuyo corredor central se va a someter ahora a una intervención de “micropilotaje” que consiste en introducir pilares a gran profundidad para una mejor consolidación de toda la estructura.
Así lo ha explicado la vicealcaldesa y concejala de Fomento, Rebeca Pérez, este lunes, durante una visita técnica a las obras abierta a los periodistas en la que se ha podido recorrer todo el área de la planta baja del módulo de internos, que es el que se va a rehabilitar en esta fase 2.1 de las obras.
En estas 9 semanas se han llevado a cabo tareas de descarga, eliminando falsos techos y tabiques, además del desescombro y limpieza de las salas y el apuntalamiento de toda la estructura.
Tras ello, se llevará a cabo el citado “micropilotaje”, que consiste en transferir las cargas de la estructura a capas profundas del subsuelo para una mayor resistencia, a través de pilones de 15 centímetros de grosor que se insertarán a 18 metros de profundidad, unos trabajos que llevarán aproximadamente un mes y medio, y que permitirán ganar en seguridad en el histórico inmueble.
En paralelo a los trabajos ya realizados se ha retirado buena parte de la carpintería, elementos metálicos y cartelería y señalética, que están siendo restaurados en talleres para su posterior reutilización en el edificio, en muchos casos, manteniendo su ubicación.
Del mismo modo, se va a emplear también en la obra los ladrillos, el suelo y las tejas que se están retirando y recuperando para su posterior uso.
El edificio que se va a recuperar en esta fase es el antiguo módulo de internos, al que se accede por un espacio en cuyo lado oeste se abre una imponente escalera que se va a conservar, manteniendo las barandillas originales, que se encuentran ya en restauración
Tras la zona de acceso, se abren dos grandes salas gemelas, de unos 350 metros cuadrados cada una.
La sala oeste corresponde con las antiguas instalaciones de la cocina, donde se va a recuperar la enorme campana, en la que se abrirá un lucernario para desviar la luz solar y que iluminará el espacio de manera natural.
Se ha eliminado en esta zona el falso techo, recuperando la cubierta a dos aguas, si bien en la obra se van a intervenir en todas las cubiertas para hacerlas más eficientes.
Junto a la antigua cocina se ubica lo que era la zona de vis a vis para las visitas de los familiares, donde se van a mantener los aparadores de madera en los que llevaban a cabo los contactos, que también están siendo reparados en talleres.
La sala gemela en la zona este se correspondía con el área en la que se llevaban a cabo los ingresos de los presos, que incluía varias celdas que se representarán colocando un su ubicación original las puertas restauradas, al tiempo que se mantendrá también la carpintería utilizada para los encuentros de los presos con sus abogados, que se hallaba en muy buen estado.
Asimismo había en esta zona una sala diáfana que servía como área de duchas y aseos.
El corredor central donde se llevarán a cabo las labores de micropilotaje se ensanchará como una gran sala diáfana que se podrá ver desde el primer piso, donde se mantendrán todas la barandillas metálicas originales y en el que se crearán nuevas salas polivalentes en lo que en su día fueron 12 dormitorios comunes de unos 70 metros cuadrados cada uno, áreas para los funcionarios y lo que se cree que eran talleres de trabajo.
Además, se intervendrá en los patios carcelarios, que se van a abrir al público tirando los muros perimetrales y generando plazas públicas, tal y como estaba contemplado en el proyecto arquitectónico que ganó en 2017 el concurso de ideas para rehabilitar el penal.
El derribo de los muros ha suscitado polémica y ha derivado incluso en una denuncia ante la fiscalía, si bien Pérez ha recordado que se trata de un debate que ya se hizo durante la primera fase de rehabilitación, obteniendo en los tribunales una sentencia favorable al derribo de los muros, que cuenta no solo con el visto bueno municipal, sino también de la dirección general de Bienes Culturales de la comunidad autónoma, y del propio Gobierno central.
De hecho, el total de la intervención tiene un presupuesto de 7,8 millones de euros, de los que más de 3 millones proceden de fondos europeos, lo que deja claro el aval del Gobierno central, que está tramitando la declaración del histórico penal como Lugar de Memoria Democrática.
En el patio oeste, en la calle Torre de la Marquesa, se recuperará la antigua garita de vigilancia, que tendrá una función ornamental y se iluminará, además de crearse una pérgola de sombraje con elementos recuperados de la propia prisión.
Las obras finalizarán en el primer trimestre de 2026 y tras esta fase queda pendiente aún la rehabilitación del panóptico, cuya estructura colapsó y va a ser recuperado íntegramente.
Además, queda pendiente de rehabilitación el módulo de las celdas, 31 en total, a las que se suman otros ocho espacios de celdas de castigo y enfermería, y que completarán la recuperación del penal.