La CHS rebaja a 75 Hm3 el recorte a aguas subterráneas en la cuenca del Segura a partir de 2027

Murcia

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, ha dicho este martes antes de presidir la reunión del Consejo del Agua de la cuenca que se contempla un recorte del uso de las aguas subterráneas de 75 hectómetros cúbicos de agua, cifra inferior a los 213 que se contemplaban inicialmente y que entrarían en vigor para 2027.

"Creo recordar -afirmó Urrea a los periodistas- que andábamos en torno de los 200 (Hm3), pero sin tener en cuenta estos cambios de agua desalada que les estoy diciendo que se están incorporando y eso al final del ciclo en 2027 quedará claro el volumen que realmente queda fuera y nosotros tenemos claro que hay del entorno de 75 hectómetros cúbicos al menos que van a ser muy complicados", añadió.

Urrea explicó que en el encuentro celebrado en la Cámara de Comercio de Murcia, al que han acudido representantes de sectores como abastecimiento, regadío y usos energéticos, defensores de intereses ambientales, económicos y sociales relacionados con el agua y representantes de municipios cuyo territorio coincide total o parcialmente con la demarcación, entre otros, ha servido para tomar conocimiento de las modificaciones que se han realizado en el plan especial de sequía.

Se hizo además un repaso de años anteriores y así en el año 2023 y en cuanto a las masas de agua superficiales, 52 se encuentran en mal estado y 44 en buen estado, mientras que en el caso de las aguas subterráneas, de 63 que hay, 23 están en buen estado y 40 en mal estado. Respecto a las aguas costeras, cuya responsabilidad radica fundamentalmente en las comunidades autónomas, hay doce 12 masas de agua en mal estado y 6 buen estado.

La buena noticia es, según Urrea, que en el último análisis siete masas de agua superficiales han mejorado y cinco más en las aguas subterráneas, es decir, que la situación no ha empeorado en la cuenca.

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"Entendemos que en la medida en que vayamos cambiando agua desalinizada por agua subterránea irán mejorando desde el punto de vista cuantitativo y también es muy importante la actuación desde el punto de vista de la calidad", explicó.

El plan especial de sequía debe revisarse cada seis años y tras una primera adaptación en noviembre de 2018 se afrontó el año pasado la modificación, pero se produjo un retraso en la tramitación debido que se tramitó como declaración ambiental simplificada, cuando en realidad debió de hacerse con tramitación ordinaria.

Las principales modificaciones que contempla este documento son aquellas que con la experiencia de las últimas sequías ha ido detectando el organismo de cuenca y en relación a los indicadores se ha dado más peso al volumen que se encuentra en los embalses respecto al indicador que había anteriormente, y en relación al trasvase, se ha incorporado las aguas desaladas. Tales indicadores son los que determinan la situación hidrológica y las medidas que hay que adoptar, como pudiera ser, en su caso, la puesta en funcionamiento de la batería estratégica de sondeos.

"Ahora lo que vamos a reconsiderar es esas posibilidades de extracción de la batería estratégica con la configuración de estos nuevos indicadores y a lo mejor el nuevo indicador pues adelanta unos meses la puesta en marcha de los pozos de sequía", anunció Urrea.

Por otra parte, en la reunión se dio cuenta de informes presupuestarios, y así en 2022 que se cerraba el segundo ciclo de planificación hidrológica se notó que de 2.000 millones que en teoría iban a gastarse en obras solamente se invirtieron 900.000 euros, mientras que en el ciclo 2023-27 se presupuestaron 3.000 millones de los que el 40 por ciento ya cuentan con expedientes de inversión.

En este sentido, la consejera de Agricultura, Sara Rubira, mostró en la reunión su preocupación por lo que en el Altiplano si se cerraran definitivamente pozos de acuíferos, por ello el gobierno regional exige al Gobierno de España que tome medidas lo antes posible "para dar solución a ese cierre de los pozos de los acuíferos que tiene a zonas" como esta "en una incertidumbre constante porque no saben que van a hacer a partir del año 2027".

"Esperamos que el Gobierno central con este cuarto ciclo de planificación hidrológica no caiga en el mismo error que ha caído en el tercero y que tenga en cuenta" la citada situación de la comarca del Altiplano.

"Si se cierran los pozos estamos hablando de 215 hectómetros menos y si se recorta el agua del trasvase estamos hablando de otros cien hectómetros menos, y, en definitiva, al final, entre todo hablamos de un déficit que podemos calcular en unos 400 hectómetros que no nos van a dar para cubrir la demanda ni tan siquiera con el agua desalada", agregó, e insistió en que "es necesario que cese esa política sectaria que tienen contra la Región de Murcia y contra todo el Levante español".

Según fuentes de la Consejería de Agricultura, entre las obras que deberían haberse hecho y no se han acometido todavía se encuentran las previstas en las ramblas de Bejar, Nogalte y Torrecilla, en el término municipal de Lorca, mientras que en Mazarrón se encuentra la de las Moreras, en Murcia, las ramblas de Churra o Espinardo, y la presa de Tabala por Beniel.

El cuarto ciclo de planificación hidrológica de la Demarcación Hidrográfica del Segura, correspondiente al período 2028-2033, ha iniciado su proceso de revisión. El 20 de diciembre de 2024, la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico anunció la apertura del período de consulta pública de los documentos iniciales, que incluyen el Programa, Calendario, Estudio General sobre la Demarcación y Fórmulas de Consulta.