Educación sexual: ¿De quién es la responsabilidad?
Muchos padres y madres evitan esta conversación porque pueden sentirse abrumados, pero corren el riesgo de que sus hijos aprendan un comportamiento afectivo sexual poco saludable a través de la pornografía y las redes sociales
Anna Gil Wittke de quién es la responsabilidad de la educación sexual
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Murcia
¿En quién recae la responsabilidad de la educación sexual de nuestros hijos?. La respuesta a esta pregunta es un tema habitual de conversación y también de confusión.
Muchos padres piensan que es responsabilidad de los centros educativos, mientras los docentes consideran que es necesaria la implicación de los progenitores en este ámbito.
Este jueves en 'Hoy por Hoy Murcia' la psicóloga y sexóloga del Instituto de la pareja, Anna Gil Wittke, reflexiona junto a Francisca Postigo, matrona, sexóloga y responsable del programa de Educación Sexual del Servicio Murciano de Salud sobre este tema para aclarar dudas, borrar miedos y dotar de herramientas a las familias, especialmente a aquellas personas a las que puede resultar incómodo abordar la educación en sexualidad de sus hijos.
Lo primero que debemos tener en cuenta, según Postigo, es que de manera informal "todos educamos en sexualidad, lo hace la política, el cine, los medios de comunicación y también las familias cuando expresan sus afectos. También en las aulas se educa en sexualidad cuando el trato a alumnos y alumnas es más o menos igualitario".
Por lo tanto, como conclusión todos tenemos un rol, incluyendo a los docentes y a los profesionales sanitarios, también los medios de comunicación e incluso los políticos, pero no se puede hacer educación en sexualidad sin las familias porque son las que más peso tienen en las vivencias de los niños y de las niñas.
El objetivo final es conseguir que todas esas responsabilidades confluyan para dotar a las personas de herramientas y habilidades con las que poder tomar decisiones informadas.
¿Cómo puedo hablar con mis hijos sobre sexualidad?
Educar a un hijo o a una hija es un enorme privilegio y también una gran responsabilidad. A la hora de abordar la educación sexual muchos padres pueden sentirse abrumados, especialmente si ellos no han recibido la formación que consideran adecuada. Si es un problema para nosotros, podemos recurrir a las escuelas de padres y talleres como el Programa Persea que se realiza en la Región de para adquirir esas herramientas que, según avanza Postigo, "van a ser mucho más sencillas de lo que nosotros pensamos".
En cualquier caso, lo más importante es tener en cuenta que si nosotros no lo hacemos, lo harán la pornografía o las redes sociales de una forma poco saludable. Aquí nuestros conocimientos y experiencias sobre afectividad y sexualidad siempre van a ser más valiosos.
Sobre todo es fundamental que sepan que cuentan con nosotros como un espacio seguro en el que poder plantear cualquier tipo de duda o pregunta y, si no tenemos respuesta para todo siempre podemos buscar juntos las respuestas.
A la hora de propiciar el mejor momento para hablar con nuestros hijos sobre sexualidad sin que ellos o nosotros nos sintamos violentos, la recomendación es hacerlo "de la manera más natural posible y en pequeñas dosis".
Por ejemplo, la playa puede ser un buen escenario para hablar sobre la aceptación del cuerpo, un ejemplo de cómo educar en sexualidad sin hablar directamente de sexualidad. Incluso un viaje en coche, donde no existe contacto visual, puede ser un buen momento para transmitir una o dos ideas clave. También la música, la que escuchan ellos o la que nos gusta a nosotros, puede ser un buen punto de partida para conversar sobre este tema.
"Que ellos sepan que se puede hablar contigo, eso es clave, no es tanto lo que tengamos que decir como que ellos sepan que si tienen una cuestión te la pueden preguntar, que eres alguien confiable", recalca Postigo y recuerda que "hablar de sexualidad es mucho más que hablar de la práctica sexual, es sobre todo hablar de afectividad".