Al rescate de la manta raya en La Azohía
Más de una treintena de ejemplares quedaron atrapados en las redes de los pescadores locales, habiendo sido liberados tras su marcaje experimental
Una de las rayas capturadas en La Azohía durante la práctica de la almadraba.
Cartagena
A lo largo de los meses de abril y mayo, más de 30 ejemplares de manta raya o raya gigante han quedado atrapados en la almadraba de La Azohía, única de estas artes de pesca que aún desarrolla su actividad en las costas mediterráneas de la Península Ibérica, habiendo sido liberados vivos tras su marcaje experimental gracias a la colaboración de ANSE, la Almadraba de La Azohía y WWF.
Aunque hasta ahora existían algunas citas e imágenes captadas por ANSE y empresas de buceo principalmente en las mismas costas de La Azohía o el entorno de Cabo de Palos, no se conoce una captura tan importante como la que se ha producido este año en la última almadraba, reconocida recientemente como Bien de Interés Cultural.
El experimento de marcaje se ha desarrollado en diferentes días, sobre 28 ejemplares de entre 1,10 y más de 3,50 metros de envergadura, mediante el uso de marcas externas tipo dardo, insertadas bajo la piel mediante una pequeña incisión en la zona dorsal de la aleta. Dos ejemplares pudieron ser equipados también con marcas satelitales, gracias a la colaboración de WWF-España, que emitirán los datos de desplazamiento de los animales cuando se desprendan de manera automática.
Más de 30 mantas raya son liberadas en La Azohía / ANSE
Más de 30 mantas raya son liberadas en La Azohía / ANSE
Siempre que fue posible, las mantas raya eran marcadas antes de iniciar la levantada de los peces de interés comercial. El manejo se hacía en el agua para evitar que el enorme peso de los animales pudiera ocasionar daños internos si se hubieran manejado a bordo de los barcos.
Todos los animales capturados fueron liberados vivos transportándolos en una red levantada por la grúa de una de las embarcaciones de la almadraba, desde el “copo” hasta la zona externa del “cuadro”, cuando era necesario con ayuda de los buzos, comprobando en todos los casos que las mantas se alejaban nadando sin daño aparente, más allá de roces y pequeñas heridas superficiales.
Además de las capturas en la almadraba, también se han realizado unas pocas observaciones de ejemplares de mantas nadando en aguas abiertas del litoral de Cartagena por entidades dedicadas a la realización de actividades de acercamiento al medio marino, como Portús Kajak y Cetáceos y Navegación.