Sociedad

La ciencia de la Catedral y del Casino de Murcia, de la mano de López Nicolás

Estrenamos 'El Laboratorio de José Manuel López Nicolás' para hablar de la ciencia de la vida cotidiana

El Laboratorio de López Nicolás

El Laboratorio de López Nicolás

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Murcia

La ciencia de la vida cotidiana. Eso es lo que persigue divulgar 'El Laboratorio de José Manuel López Nicolás', el nuevo podcast que iniciamos en la SER. De la mano del científico, docente y divulgador de la Universidad de Murcia (UMU), nos adentramos en la ciencia y su aplicación a ámbitos de nuestra vida cotidiana, como la alimentación, el deporte, la cosmética, o la cultura y el arte.

En este primer episodio nos hemos adentrado en la ciencia que rodea a la Catedral de Murcia, principal símbolo arquitectónico de la ciudad de Murcia, y del Casino.

López Nicolás nos explica cómo están presentes las matemáticas en la Capilla de los Vélez de la Catedral, a través del número áureo, representado por la letra griega φ (phi); o cómo la matemática Banda de Möbius está presente en la cadena que rodea la Catedral. También hay física en este gran monumento murciano, sobre todo en la Sala del Reloj de la torre del campanario, el tercero más alto de España. La física del sonido es la que esconde el secreto de la maravillosa acústica que tiene la llamada popularmente 'sala de los susurros'.

Por su parte, en el Casino de Murcia, según López Nicolás, encontramos varias ramas de la ciencia: la física en sus vidrieras y espejos, la geometría en sus arcos y esculturas, química en sus cuadros y tapices, o arquitectura en sus pilares.

López Nicolás, en la puerta del Casino de Murcia

Pero también en el exterior de este edificio se puede estudiar la paleontología, a través del 'jaspe rojo' de Cehegín, desde donde llegó a Murcia su residente más longevo: un ammonoideo, más conocido como amonite, un molusco cefalópodo que existió hace 400 millones de años en los mares.

¿Y cómo es posible que un molusco marino fuese a parar a una roca de Cehegín, un municipio del Noroeste de la Región al que el mar le queda bastante lejos? Pues tiene que ver con la tectónica de placas, que elevó los suelos marinos hasta convertirlos en montes y llanuras, lo que dejó fosilizados restos de habitantes marinos y expuestos al aire libre. Millones de años después, acabaron esos fósiles, en este caso, el amonite, en el mármol de Cehegín, una ciudad que estuvo sumergida bajo el mar, y el material con el que se construyó el Casino de Murcia.

El amonite, un cefalópodo fosilizado presente en la fachada del Casino

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