El micromentario de Pepe Belmonte: 'Presidente Teodosio'

Murcia

Este fin de semana no se ha hablado de otra cosa. La gente se ha hartado de comentar en las Redes Sociales esas imágenes, claras y explícitas, en las que el presidente de la Región de Murcia, López Miras, vestido al modo del emperador Teodosio, aparecía conduciendo, a todo galope, una cuadriga, es decir, un carro tirado por cuatro hermosos caballos, en los desfiles bíblicos pasionales del Viernes de Dolores lorquino, de tanta tradición y esplendor.

Los comentarios han sido para todos los gustos. Entre ellos, cómo no, los de aquellos que, bajo el paraguas de una identidad falsa, amparados en su cobardía, proferían auténticos insultos y estupideces que no pienso reproducir.

Pero la mayoría optaba por la chirigota, por el comentario un tanto gracioso o por la crítica noble y sincera. Había, por ejemplo, quien decía que estábamos ante la metáfora perfecta de lo que está sucediendo en la Región de Murcia: unos caballos desbocados, que corren hacia ninguna parte, sin futuro ni mando alguno.

Y también quien aseguraba que la imagen del presidente era muy parecida a la de Nerón tocando la bandurria mientras Roma ardía.

¡Pobres caballos! -exclamaba otro, ante el peso que tenían que soportar los sufridos animales.

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Y no faltaba quien dijera, a la luz de esas imágenes, que los asesores de López Miras eran, con toda seguridad, gente de izquierdas.

En el lado contrario, entre los defensores, que no eran demasiados, alguien replicaba diciendo que todos tenemos derecho a vestirnos de romano alguna vez en la vida.

Le llamaban campechano, y lorquino que vive intensamente las fiestas de su pueblo, como lo haríamos cualquiera de nosotros.

El presidente, después de todo, ha logrado, de entrada, llamar la atención de los ciudadanos, y mostrar, ya de paso, esa otra cara mucho más festiva y menos seria que se nos pone a todos cuando nos vamos de marcha. Y no creo, sinceramente, que haya nada malo en ello, por más que algunos quieran aprovechar la ocasión para zurrarle la badana.

Quizá lo que muchos no sepan es que Teodosio, al que el pasado viernes emulaba, con no poco éxito, el presidente, había nacido en la vieja Hispania, y que viene siendo considerado por los historiadores como un administrador diligente y austero en sus hábitos, así como una persona misericordiosa y cristiano devoto. Vamos, poco menos que de misa diaria.

Y en tales aspectos no sé yo si coincidirá del todo con nuestro presidente Fernando López Miras.