Chemi amarga la noche a ElPozo Murcia

Murcia

Partido de alta tensión entre ElPozo Murcia y el Jimbee Cartagena en el Palacio de los Deportes de la ciudad del Segura. Una cita que empezó rota, con alternancia de ocasiones y jugadas de posesiones muy cortas. Golpeó primero Mellado con una gran parada y, después, Gadeia chutó a puerta para que Chemi salvara los muebles. A partir de ahí, un encuentro de idas y venidas sin un claro dominador.

Fue cerca del ecuador de la primera parte cuando ElPozo tomó el pulso al encuentro con Niyazov muy enchufado, encarando a puerta pero sin suerte. Chemi siguió a lo suyo bajo palos. Fue una reacción a la diana de Ramírez en el minuto seis, un golpe para los murcianos que no dejaron de buscar el empate.

La firma de las tablas, después de incontables ocasiones sin encontrar la red rival, fue de Taffy. De nuevo, jugada de Niyazov para surtir un balón que remató el jugador local a placer. En el parte de jugadas destacadas, además, Motta se encontró con la madera antes del descanso.

En la reanudación siguieron dominando los murcianos. Con un fútbol sala más vertical, Niyazov tuvo más incidencia arriba. También Taffy, sobre todo en la presión alta. Fruto de ello llegó la ruptura de tablas. Balón dividido al que salió Chemi, se chocó con Marlon y en un balón muerto el ruso tiró a puerta directo a ampliar el marcador.

Justo antes del ecuador, la balanza del juego y ocasiones cayó del lado del cuadro cartagenero. Ahí se produjeron dos situaciones críticas para ElPozo Murcia. Primero, el empate de Motta tras una asistencia magistral de Mínguez pisando la bola. Tan solo un minuto después, jugada enlazada arriba para que Bebe pusiera el 2-3.

La reacción de ElPozo fue, otra vez, la presión alta. Balones en transiciones rápidas para buscar a Niyazov. Cuando quedaban poco menos de seis minutos, Javi Rodríguez puso portero jugador con Marcel para ir a por el empate. Fueron minutos clave porque la defensa del conjunto dirigido por Duda fue férrea e infranqueable en los primeros ataques del cinco para cuatro.

La más clara del partido fue para Felipe Valerio, que reventó el balón con un disparo potente que paró Chemi con maestría. Y así en cada balón en los instantes finales, con salvadas imposibles para mantener a su equipo con ventaja y haciendo que los locales saliesen de los nervios hasta la última bocina.