Ni la PAC ni la Agenda 2030: las matemáticas explican qué está pasando en el campo con la 'crisis del limón'

Murcia

Los agricultores tienen razones para sentirse agraviados y perjudicados por un sistema que cada vez les exige más y del que cada vez obtienen menos. Situaciones como lo que ya en las últimas semanas se ha acuñado como 'la crisis del limón' son un ejemplo: desde el origen al destino, un kilo de limón puede llegar a costar nueve veces más, pero los productores se quejan de que venden a pérdidas y que toneladas de limones se quedarán sin recoger. Cuando en los supermercados el kilo de limón está por encima de los 2 euros, a ellos se les paga por debajo de 0'18 euros ese mismo kilo en origen.

Pero la culpa razón no está en la Agenda 2030 ni en la Política Agrícola Común (PAC), como enarbolan aquellos que pretenden caldear el ambiente sin ofrecer soluciones. La respuesta a esta crisis que sirve como ejemplo del malestar de todo el campo está en los matemáticas.

Según Ailimpo, la interprofesional del limón y el pomelo, se han plantado en España 7 millones de limoneros más y se ha pasado de un "parque" de 8,5 millones a casi 15. La superficie de cultivo ha aumentado un 36%, de 36.000 hectáreas a 52.000. "Son plantaciones que se han hecho al calor de la rentabilidad que ha tenido el limón en los últimos 10 años", declara el director de esta interprofesional, José Antonio García. Plantaciones que ahora entran en producción y que el mercado "no es capaz de absorber, tanto en fresco como en industria".

¿Qué trae esto consigo? Que caen los precios en origen y que muchos limones de esta variedad de invierno, el limón fino, se queden en el árbol. "Es una situación típica del sector agrario" dice García: "Aparece la sobreproducción y no existe demanda suficiente para absorber 1.400.000 toneladas previstas para esta campaña". La Región de Murcia es la principal zona exportadora de España, que pasa por ser el líder europeo en producción de limón.

Ailimpo dice que ahora se trata de estudiar medidas de ajuste con todos los actores del sector, y con las consejerías de Andalucía, Valencia y Murcia y el Ministerio de Agricultura para que, según García, "podamos volver a hacer que el conjunto sea rentable para la cadena de valor".

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La competencia de Argentina y Sudáfrica

García realiza estas declaraciones en Fruit Logistica, que se está celebrando en Berlín, y donde el sector agro español comparte puesta en escena con otros 140 países, entre ellos los principales competidores españoles con el limón, Argentina y Sudáfrica. En esta cita, los productores de limón español aprovechan para "marcar territorio" ante la inminente campaña de verano, con una previsión de 380.000-400.000 toneladas de la variedad de verano, la verna, lo que supone también un incremento respecto a los años anteriores.

José Antonio García señala que "la idea es tener una campaña larga. Tenemos conversaciones con los productores de limón del hemisferio sur para marcar las ventanas comerciales e intentar que no llegue a Europa de esa procedencia mientras quede limón verna disponible tanto en los árboles como el mercado".

Según datos de Eurostat, aún provisionales al cierre de 2023, los cítricos fue el segundo producto que más se importó en España, con 360.000 toneladas, por detrás de las bananas (420.000 toneladas) y por delante de manzanas y peras (300.000 toneladas). La procedencia mayoritaria de estos cítricos está en los países del hemisferio sur.

Los agricultores señalan a estos países como responsable de una situación de competencia desleal, al acusarles de no cumplir con las mismas exigencias que los productores de la UE. Lo que dicen las cifras es que la producción Argentina de los últimos doce años ha sido bastante estable, nunca superó las 279.000 toneladas, según las estadísticas de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios de ese país. Además, su principal destino está en Estados Unidos (un 34%) y después Rusia (16%). Tras estos dos, se sitúan España y Holanda. Las dos suman un 22%. Y si bien el limón español tiene en el consumo en fresco su principal reclamo, el 70% de la producción argentina es para industria y aceites esenciales.

De hecho, durante 20 años Argentina ha tenido vetada las ventas a Europa de limón orgánico por los problemas sanitarios que se detectaron en los años 2000-2001 y no se ha retomado hasta octubre de 2023, cuando se importaron unas 60 toneladas de limón ecológico. En este sector, el bio, España está creciendo a pasos agigantados y es líder europeo.

La rentabilidad atrae a los fondos de inversión

Desde Ailimpo hablaban de la 'crisis del limón' como el final de un "ciclo expansivo". Y cuando hay un ciclo expansivo siempre hay quien está interesado en invertir. De hecho, el sector del limón y los cítricos en la Región de Murcia ha sido protagonista de lo que COAG bautizó en 2019 como la "uberización del campo": un modelo de "agricultura sin agricultores, en manos de grandes corporaciones y marcado por la precariedad de los asalariados en este sector".

Así, en los últimos años hemos visto a fondos de inversión como Magnum Capital, GPF o Fremman invertían en el campo murciano y en empresas del sector agroalimentario. Los cítricos han sido uno de los subsectores en los que más han invertido, igual que han hecho en otras comunidades autónomas (Andalucía, Valencia, Extremadura...) o con otros productos como los frutos secos, concretamente los pistachos.

De estas operaciones han surgido conglomerados junto a mercantiles de otras comunidades y marcas como The Natural Fruit Company, provenientes de Frugarva, una de las grandes empresas de cítricos murciana. En la Región, la uva de mesa y la fruta de hueso también han abierto sus puertas a estos fondos.