Dicen que en los días claros desde los montes más altos de Cartagena pueden verse las costas de Orán

Cartagena

Siempre ha sido igual, siempre hay algunos que dicen que vienen a robarnos, que vienen a quitarnos el trabajo, que vienen a delinquir...

Desde que el primer ser humano se apropió del primer trozo de tierra sintió la necesidad de trazar líneas donde no las había para señalar su propiedad y lo mismo hicieron después los reyes, los imperios y las naciones.

La realidad es que los seres humanos no abandonan a sus familias y sus patrias por gusto, que nada hay más duro para un ser humano que abandonar su mundo y a quienes ama para ponerse en marcha hacia lo desconocido, incluso cuando lo desconocido sea, muy probablemente, la muerte.

Este año al menos 434 seres humanos han perdido la vida tratando de alcanzar nuestras costas desde África por la que se llama «la ruta argelina».

Dicen que en los días claros desde los montes más altos de Cartagena pueden verse las costas de Orán, hoy toda esa ruta está sembrada de muerte y de tragedia. Los tiempos del contrabando y las andanzas del pirata Colau son solo ya cuentos para niños. 434 fallecidos en 34 naufragios son una cifra aterradora que debiera hacernos reflexionar.

Nadie que pretenda ostentar la condición humana puede asistir a esta tragedia sin horrorizarse; nadie que tenga un mínimo rasgo de humanidad puede pretender que estos hombres, mujeres y niños que se juegan la vida en la mar en busca de un futuro mejor vienen a robar o a quitarte el trabajo a nadie.

Quienes quieren disfrutar a solas su riqueza suelen querer impedir a los demás que accedan a la misma y es por eso que pintan líneas en la tierra. Hoy en España son muchos los que piden pintar nuevas líneas en la tierra, crear nuevos estados y nuevas fronteras que dejen de su lado la riqueza y la pobreza del lado de los demás.

Lo que no saben o prefieren no saber es que el hambre no tiene patria, que sólo va cambiando de sitio, y que si anteayer fueron tus padres en Alemania o ayer unos andaluces en Cataluña, hoy son subsaharianos en las costas del sureste de España y quizá mañana... Mañana quién sabe si no sean tus hijos quienes hayan de abandonar su tierra y su familia.