COAG Jumilla pide la declaración de zona catastrófica por la situación de extrema sequía que atraviesan los cultivos de secano de la comarca del Altiplano
Según el balance de los cultivos del territorio, el pasado año 2023 fue un año fatídico desde el punto de vista de las producciones agrícolas en el Altiplano
Almendros de secano regados con cubas de agua para mantenerlos vivos / Cadena SER
Jumilla
Ante la situación de emergencia climática que sufre Jumilla y la comarca del altiplano por la sequía extrema y prolongada que asola los cultivos tradicionales y pone en peligro la continuidad y viabilidad de las explotaciones agrícolas de secano, desde COAG han solicitado por escrito a la alcaldesa de Jumilla, Seve González, que gestione los trámites necesarios para solicitar la declaración de Zona Catastrófica a fin de que se puedan recibir las correspondientes ayudas que vengan a paliar los problemas económicos que atraviesan los agricultores después de tres cosechas prácticamente perdidas por completo en almendro y cereales a los que se sumó la pasada campaña en el olivar e importantes pérdidas también en la producción del viñedo.
Entrevista a Jesús Villaplana, presidente de COAG Jumilla (Petición de Zona Catastrófica a los cultivos de secano de Jumilla)
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Según ha explicado al programa Hoy por Hoy Arco Norte en la Cadena SER el presidente de COAG en Jumilla, Jesús Villaplana, si se atiende al balance de los cultivos del territorio, el pasado año 2023 ha sido un año fatídico desde el punto de vista de las producciones agrícolas en el Altiplano principalmente por la sequía tan acentuada que ha habido en el territorio y por algún que otro motivo más.
Las producciones más afectadas han sido principalmente las pertenecientes a explotaciones de secano debido a la falta de precipitaciones y de los periodos acentuados de sequía, donde la falta de lluvias ha condicionado las cosechas de toda la comarca por igual. Los cultivos más afectados han sido los que tienen más peso desde el punto de vista de la superficie de cultivo en la comarca agraria siendo estos; viñedo, frutos secos (almendro principalmente), cereales y olivar.
Las pérdidas en estos cultivos han sido muy cuantiosas
En el caso del cereal han sido del orden del 100% debido no se ha podido cosechar nada, en términos generales el cultivo no ha prosperado correctamente como consecuencia de la sequía tan prolongada, las lluvias de junio no pudieron salvar la decadencia del cultivo debido al momento del ciclo fenológico en el que se encontraba.
- En el caso del olivar se ha visto afectado en gran medida con unas pérdidas bastante elevadas de alrededor del 80%. Principalmente debido a un aumento excesivo de las temperaturas durante el periodo de floración produciendo un mal cuajado por el daño sufrido en los órganos florales a raíz de estas condiciones climáticas.
- En el cultivo del viñedo ha habido varios problemas principalmente ligados a la sequía y el retraso que tuvieron las lluvias primaverales, con unas pérdidas superiores al 70%.
El problema se agrava cada vez más por la sequía arrastrada hasta finales de abril 2022, llegando las primeras lluvias en mayo y duraron hasta primeros de junio 2022. Y de nuevo se frenaron las lluvias sin presencia de precipitaciones, hasta que llegaron las lluvias más significativas a primeros de mayo 2023, donde exceptuando algunas zonas pequeñas el 90% del término municipal no han vuelto a caer lluvias, de las más intensas entre 0,2 mm a 2,8 mm/litros, seguido de fuertes rachas de viento, y tiempo soleado con fuertes temperaturas.
En primer lugar, la pérdida de producción del orden del 70% al 90%, la pérdida productiva en las zonas más frescas y de un porcentaje superior en zonas donde el terreno es más arcilloso.
Por otro lado, la brotación de gran parte de los viñedos se dio como consecuencia de la llegada de las lluvias en el mes de junio, se dieron muy tarde con respecto al ciclo fenológico natural del cultivo en la zona en cuestión. Esto trajo como consecuencia la mala brotación del viñedo que produjo una reducción considerable de la producción como se ha comentado anteriormente y, en algunos casos, la pérdida de las reservas del viñedo produciendo pérdidas de plantaciones completas que tendrán que reponerse.
Adicionalmente, los daños ocasionados por la fauna silvestre han contribuido a la situación desafiante. Cuando los viñedos comenzaron a brotar de manera débil, los conejos se alimentaron de estos brotes, resultando en viñedos completamente arrasados. Esta circunstancia, lógicamente, ha llevado a la pérdida total de la producción en esas áreas afectadas donde la proliferación de especies como el conejo o la cabra montés esta descontrolada.
En el caso del cultivo del almendro las pérdidas de producción también han sido de gran importancia por los motivos expuestos
En primer lugar, ha explicado Villaplana, en el caso del almendro las lluvias de junio llegaron demasiado tarde. Aunque es una especie con una alta rusticidad hubo una mala brotación. Por otro lado, las lluvias llegaron tarde y la almendra alcanzó calibres muy pequeños como consecuencia de la finalización del periodo de crecimiento en longitud de la cáscara, produciendo con ello una reducción del tamaño de la pepita y una reducción del peso del fruto produciendo una reducción de la producción. En algunos casos, el calibre era tan pequeño que incluso en las peladoras de los paraguas recolectores se caían al suelo y se perdían. En el caso de árboles que estaban más agotados o débiles debido a los periodos largos anteriores de la sequía ha habido casos en los que ha habido bastantes árboles que han acabado muriendo y que van a tener que llevar a cabo algunas explotaciones grandes reposiciones de plantas, ha dicho.
Por otro lado, ha habido un incremento muy elevado de la plaga de la avispilla del almendro, con pérdidas directas de producción muy importantes, que se agrava con las nefastas condiciones climáticas que venimos sufriendo, y que han provocado grandes pérdidas de cosechas en esta campaña.
Segun aseguran desde COAG, en estos momentos a principios de enero 2024, la situación sigue agravándose, en primer lugar, mencionar que la sequía ya está siendo más intensa que a primeros del 2023, los cereales ni se han podido sembrar, y en el caso de los que han tirado la semilla, ni han nacido ni se le espera por la aridez extrema del suelo, en la misma línea siguen todos los cultivos de secano, al igual que también le está afectando esta situación tan severa de sequía a los cultivos de regadío.
Apuntan que tras analizar los datos de precipitación del año hidrológico 2023 y siendo mucho peor comparativamente que otros años, hay que decir que en Murcia en el 2015 se declaró situación de sequía, en base al Real Decreto 356/2015, de 8 de mayo, por el que se declara la situación de Sequía en el ámbito territorial de la Confederación Hidrográfica del Segura y se adoptan medidas excepcionales para la gestión de los recursos hídricos.
Por todo ello hacen un llamamiento para que el Pleno de la Corporación de Jumilla ponga en alerta a las máximas autoridades de la comunidad autónoma y se le informe sobre la situación de emergencia climática y, por ende, se inste al Ministerio, y así mismo se le ponga al corriente de la situación crítica que vive, la Región de Murcia, y especialmente el Altiplano, que está sufriendo una de las peores situaciones de la historia desde que existen Registros.
Piden también que se evalúen los datos y la situación crítica que viven los agricultores del secano de la Región, y no se mezclen con los datos de situación de Regadío o de la Cuenca hidrográfica del Segura, habida cuenta que la situación de los cultivos de secano no es comparable con los cultivos que pueden paliar la sequía con su dotación de agua más o menos costosa por los altos costes de la energía, entendiendo que si no hay esta diferenciación entre los cultivos de secano y los cultivos regadío se produce un agravio comparativo para los cultivos de secano, sin lugar a dudas, son más vulnerables y por ende su rentabilidad es mucho más baja por las condiciones climáticas extremas de este último periodo.
