El micromentario de Pepe Belmonte: 'María ya tiene su diploma universitario'

Murcia

La noticia más emotiva y conmovedora de la semana se produjo hace unos días en Cartagena. Allí, la rectora de la Universidad Politécnica hizo entrega del título de Perito Mercantil a doña María Salinas, setenta años después de haberlo obtenido por méritos propios.

Sin embargo, doña María carecía de ese derecho al haberse negado a realizar el Servicio Social Obligatorio en la sección femenina de la Falange, que desde los años del franquismo tenía conexiones con la Alemania nazi y con la Italia de Mussolini, hasta el punto de que, por lo que se sabe, las jefas de formación eran de ascendencia alemana.

Doña María, que ha demostrado ser una mujer íntegra, jugándose de ese modo su porvenir y, de alguna manera, su propia vida, declaró a los medios de comunicación allí presentes durante el acto de entrega del diploma universitario, que sólo estuvo allí, en el Servicio Social, unos días, hasta darse cuenta de que aquellas no eran sus ideas y no soportaba tanto adoctrinamiento.

Recordemos que el Servicio Social venía a ser algo así como la "mili" de las mujeres. Una actividad obligatoria para quienes desearan después ejercer funciones públicas u obtener títulos profesionales, como es el caso de doña María.

En esas dependencias las mujeres lograban formación religiosa, nacionalsindicalista y del hogar. Se les enseñaba a ser madres, esposas y amas de casa, educándolas, sobre todo, en la sumisión.

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Este curioso servicio femenino fue creado unos años antes del golpe de estado, en 1934, pero fue utilizado por Franco y el Régimen hasta su liquidación definitiva en 1977, después de la muerte del dictador. En la Guerra Civil y en la inmediata posguerra, prestó apoyo a los caídos…, pero sólo del bando nacional.

A doña María Salinas, que está muy contenta, cercana a cumplir los noventa años, tendrían que haberle entregado no sólo su justo diploma de Perito Mercantil, que ya lo tiene en casa, sino también el diploma a la Paciencia, el diploma a la Mujer Valiente y el diploma a Luchadora por la Libertad. ¡Qué menos!