El micromentario de Pepe Belmonte: 'El pecado de la carne'
Columna de opinión del catedrático de Literatura de la UMU para el programa Hoy por hoy Murcia
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El micromentario de Pepe Belmonte: 'El pecado de la carne'
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Murcia
Si viviera mi madre, la Maruja la Matea, que, una y otra vez, siempre repetía que quien calla, jode y apaña, estoy seguro de que me reñiría por lo que ahora voy a decir.
Un cura, conocido como “el padre Fran”, hijo, por cierto, de una monja, ha sido procesado tras la denuncia de la que hasta ahora era su novia -como lo oyen, un cura de la Iglesia católica, apostólica y romana, presumiendo de novia-, que le acusa de presunto violador de, al menos, cinco mujeres, utilizando la sofisticada técnica de suministrarles, previamente, algún sedante para, después, hacer con ellas lo que quisiera, al tiempo que gravaba sus muchas fechorías.
Erasmo de Roterdam, que, a su vez, era hijo ilegítimo de un sacerdote del siglo XV, sin desengancharse del todo de los preceptos de la Iglesia católica, que estaba siendo fustigada por los preceptos de Martín Lutero, el teólogo protestante alemán, dejó escrito, ya en aquel tiempo, que "por el dinero de los sacerdotes, el mundo entero se ve envuelto por guerras perniciosas".
En esta ocasión, que se sepa, no ha sido el dinero el que ha desencadenado este horroroso crimen, sino el pecado de la carne. Es decir, el siempre temido y temible sexto mandamiento, que es aquel que se refiere a todo lo relacionado con la jodienda.
Se entiende así que por hechos -aún por juzgar y sentenciar, todo hay que decirlo- como el protagonizado por el cura Fran, la gente se esté apartando de una Iglesia que, lejos de pedir perdón, ha decido, como ha manifestado públicamente, lavarse las manos, como un nuevo Pilatos que manda, una vez más, a Jesucristo derecho al patíbulo.
Se lavan las manos porque, sin lugar a duda, si nos atenemos a las muchas fechorías que, desde los tiempos más remotos, viene cometiendo la Santa Madre Iglesia, las tiene muy sucias, ahítas de roña y de mierda.
Lenny Bruce, que fue uno de los cómicos más populares y polémicos de los Estados Unidos durante los años sesenta, decía, con toda la razón, que "cada día hay más gente que se aparta de la Iglesia y vuelve a Dios".
Pepe Belmonte