El micromentario de Pepe Belmonte: 'Un cambio y no un lavado de cara'
Escucha el micromentario del catedrático de Literatura en la UMU para el programa Hoy por hoy Murcia
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El micromentario de Pepe Belmonte: 'Un cambio y no un lavado de cara'
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Murcia
Las noticias sobre la rebelión llevada a cabo por los vecinos del Barrio del Carmen son contradictorias. Cada medio lo ha interpretado de una manera, y en las siempre activas Redes Sociales hay quienes afirman que el alcalde Serrano va en contra del comercio de la zona con sus avanzadas ideas reformadoras, mientras otros usuarios, con absoluta contundencia, aseguran que se trata tan sólo de una manifestación minoritaria, orquestada desde el seno del PP, que ya está organizando su desembarco en el edificio de la Glorieta, tras unos años de exilio, que a algunos les han parecido eternos.
Lo que está claro es que el Barrio del Carmen, el ‘Barrio’ por antonomasia de la capital de Murcia, necesita un cambio radical.
Todos hemos visto cómo El Carmen, donde se ubica el jardín romántico más antiguo de España, el llamado Jardín de Floridablanca, ha ido deteriorándose en estos últimos años, dejado de la mano de Dios y, sobre todo, de la mano de los munícipes murcianos de estos últimos tres o cuatro lustros.
Necesita un cambio y no un lavado de cara. Y quizá ahí radique el miedo de los vecinos a estar muchos años con todo patas arriba, con obras en cada rincón, con polvo y ruido de máquinas hasta que ese entorno sea una realidad.
En las Redes Sociales se ha recurrido al ejemplo de la Avenida Alfonso X el Sabio, el conocido tontódromo, donde sucedió algo muy parecido, con la inicial oposición de los vecinos que ahí moran, de un poder adquisitivo infinitamente superior a los del Carmen, que, finalmente, abdicaron cuando se concluyeron las obras y observaron la buena pinta que tiene ahora esa zona, completamente peatonal, a pedir de boca.
Mientras tanto, Ballesta sigue con sus largas siestas -pagadas por todos los murcianos– en los plenos del Ayuntamiento, donde ni siquiera se molesta en abrir la boca, seguro de su más que cantado triunfo en las próximas elecciones.
El problema es que, como le sucedió en la anterior legislatura, tendrá que gobernar con el permiso de otra fuerza política, algo que su conocida egolatría difícilmente se lo permite.
Decía Richard Ford, uno de mis novelistas favoritos, en su libro titulado Incendios, que nunca hay que pensar en lo que uno va a ganar, sino en lo que está dispuesto a perder.
Pepe Belmonte