"No sois ni Valencia, ni Andalucía, ni Castilla-La Mancha...": así se gestó el estatuto de autonomía de la Región de Murcia
Reunimos a cuatro protagonistas políticos del nacimiento de la autonomía murciana: Juan Ramón Calero, José Plana, José Méndez y Pedro Antonio Ríos. Con ellos, ha hablado nuestra compañera Ana González.
40 años de autonomía en la Región de Murcia: así se gestó el estatuto
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Murcia
El 9 de junio se celebra el Día de la Región de Murcia. En este 2022, además, se conmemoran 40 años de la aprobación del Estatuto de Autonomía. Para conocer cómo se gesto aquel proceso, como fueron los primeros pasos de las instituciones autonómicas y qué papel han tenido en las últimas cuatro décadas, hemos reunido a algunos de los protagonistas de aquel momento. Son Juan Ramón Calero, José Plana, José Méndez y Pedro Antonio Ríos. Con ellos, ha hablado nuestra compañera Ana González.
El camino que se corrió hasta que se aprobó fue largo y complejo. El texto del Proyecto de Autonomía para la Región de Murcia entró en las Cortes el 2 de abril de 1981 para su tramitación como Ley Orgánica. La Comunidad Autónoma accedió a su autogobierno por la vía del artículo 143 de la Constitución, siendo aprobada por las Cortes Generales el día 9 de junio de 1982. Pero hasta que se llegó a eso aquí se debatía como acceder al autogobierno. El socialista José Méndez explica que las instrucciones que llegaban del Gobierno de España eran claras.. "café para todos, y en Murcia que elijan nombre, bandera e himno".
Identidad regional y biprovincialidad
Otro de los debates de aquel momento fue la conciencia y la identidad regional... "La autonomía puede funcionar perfectamente sin conciencia regional. No se trata de crear la nación murciana", ha señalado Calero sobre ese momento en el que la cuestión regionalista era latente en muchos territorios.
No todos los partidos, ha contado Juan Ramón Calero, querían autonomías. Era el caso de su partido, que no entendía "esto de las autonomías". Pero cuando ya se acuerda que las haya, nos cuenta que Calero, hubo un movimiento importante para hacer una Región del Sureste, Alicante, Almería, Albacete y Murcia. Pero unos cuantos políticos en diversas regiones se cargaron el proyecto.
Otro de los debates fue el encaje de la biprovincialidad. Se habló en aquella época, sobre todo por la presencia de los cantonales y el respeto, han contado los tertulianos, que el PSOE les tenía. Incluso el PP lo incluyó en su programa porque Fraga había dado luz verde. Finalmente no fue así: se optó por llevar la sede del Parlamento a Cartagena, aunque incluso se pensó en llevar también el Gobierno Regional.
Una vez que echó a andar la autonomía, con el Parlamento ya en Cartagena y el Gobierno en Murcia y tras las primeras elecciones autonómicas se inició el trabajo de la primera legislatura en el año 83, entonces bastante limitado. De hecho, como cuenta Pedro Antonio Ríos el primer presupuesto fue de cuatro mil millones de pesetas. El de ahora es de más de cuatro mil millones de euros, es decir, 166 veces aquel.
¿Dónde nos ha traído el Estatuto de autonomía?
Cuatro décadas después, también hay que hacer análisis de lo que ha supuesto para la sociedad y la política murciana contar con esta autonomía, entre los mensajes grandilocuentes que desde las instituciones se hacen estos días.
Según Juan Ramón Calero, han sido las instituciones europeas y los fondos comunitarios los que de verdad han hecho posible el progreso en la Región: "No digamos que la autonomía nos ha hecho mejores, porque no es verdad. Ha creado una clase política provinciana y que ha permitido mucha corrupción, con profesionales de la política absolutamente innecesarios", resume Juan Ramón Calero.
"Las autonomías han dado estabilidad al país. Nadie quiere aventuras", sostiene por su parte José Méndez, que habla de un "entramado" de derechos y privilegios, sueldos y cargos" que ha hecho posible esa estabilidad. En el caso de José Plana, cree que "no podemos echarle la culpa al estatuto de autonomía de la situación política actual en la Región de Murcia".
Una visión más optimista es la de Pedro Antonio Ríos, que cree que "la autonomía ha acercado la política a la ciudadanía y ha creado una dinámica en la gestión de lo pequeño". "Falta componer un proyecto que articule todo lo que se hizo entonces", añade por otra parte.