Miguel Fernández, un alcalde atareado al que ya le han ofrecido ayuda para "cuidar" de sus abejas
El regidor lucense confía en organizarse para gestionar "a pie de calle los pequeños detalles que hacen más feliz la vida de las personas"
Lugo
Enfermero de profesión y apicultor de vocación. Es una de sus pasiones "son un hobby, nada profesional", confiesa el alcalde de Lugo Miguel Fernández mientras apagamos los micrófonos. El regidor, con la Plaza Mayor de fondo, ha dado a esta casa su primera entrevista, como nuevo alcalde de la ciudad.
Convencido de que la diferencia se marca en los detalles, Fernández quiere trabajar por Lugo con los pies, literalmente en el suelo. "Estoy a pie de obra, con los vecinos y asociaciones. Creo que hay que sacar adelante grandes proyectos que hagan que la ciudad crezca, pero tan importante o más son las pequeñas cosas que puedes solucionar para que la gente sea más feliz en su día a día y en su ciudad", reflexiona.
Dice que le han dado la fama de "buena persona y dialogante", ahora quiere demostrar con hechos que lo que se dice de él es cierto. Con una década de experiencia a sus espaldas, el ayuntamiento lo conoce de cabo a rabo. "En esta balcón ha vivido muchas cosas. Como concejal recuerdo momentos muy especiales, pregones...ahora me tocará como alcalde", dice mientras admira la belleza de la Plaza Mayor de Lugo.
Miguel Fernández, un alcalde atareado al que ya le han ofrecido ayuda para "cuidar de las abejas"
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Un hombre multidisciplinar
No va a dejar de compaginar la alcaldía con el área de vías y obras de la Diputación de Lugo porque, pese al trabajo que le conllevará, "Lugo merece tener representación en la Diputación" y como no le puede "pasar la responsabilidad" a ningún otro concejal de la corporación, asumirá "aunque con otra intensidad" la tarea en ambas administraciones.
Tampoco dejará en manos de otro concejal el área de 'Transición Ecolóxica', pero lejos de sentir que las horas del día serán pocas, Fernández, piensa que "organizándose hasta habrá tiempo para unas partidas de tute".
Le gustan las cartas "una práctica que une después de cada comida popular y que por desgracia se está perdiendo entre la juventud", lamenta. A Jorge Bustos, precisamente uno de los miembros de la corporación más jóvenes, no le ve "perfil de tute", pero no descarta que aprenda.
Bustos es una de las apuestas fuertes del nuevo ejecutivo local. Además de seguir al frente de la concejalía de 'Xuventude e Deportes' ahora le ha caído una de las áreas más peliagudas del concello: Urbanismo. Fernández confía en él, al igual que el todo el resto de compañeros de partido.
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Le tocará repartir algo el trabajo porque a todo no se llega y el nuevo regidor quiere no tener que renunciar a mucho. "Lo primero es Lugo", pero sus ocho colmenas le tienen también robado un buen trozo en su corazón. "Ya hay gente que se me ha ofrecido a cuidarlas al ver todo lo que ahora tengo que hacer, pero confío en que non haga falta.
