Rosa Otero, primera hija adoptiva de A Coruña: un referente de entrega y solidaridad
Rosa lleva toda una vida dedicada a la ayuda social

A Coruña
Rosa Otero será la primera mujer en recibir la distinción de hija adoptiva de A Coruña. La noticia le fue comunicada por la alcaldesa Inés Rey, y aunque al principio le costó asimilarlo, ahora lo vive con orgullo y gratitud. Este homenaje refleja su trayectoria de compromiso con los más desfavorecidos y su papel fundamental en la transformación social de la ciudad.
Una vida dedicada a la ayuda social
Rosa Otero llegó a A Coruña tras casarse con 23 años. Desde su llegada, su vocación de servicio se materializó en iniciativas que marcaron la vida de muchas personas. Su primer contacto con la realidad social de la ciudad se produjo en una panadería, donde descubrió que muchas personas no sabían leer ni escribir. A partir de ese momento, se propuso enseñar a adultos y niños, ofreciendo clases de alfabetización que permitieron a muchas personas obtener su certificado de estudios.
Su compromiso se intensificó cuando abrió su farmacia en el barrio del Castrillón. Al entrar en contacto con las necesidades de la comunidad, se volcó en ayudar a los más vulnerables, incluyendo la población gitana y las familias que vivían en asentamientos chabolistas. Enseñó a cocinar, a gestionar el hogar y a desarrollar hábitos de vida saludable. Su colaboración con las autoridades municipales fue clave para mejorar las condiciones de vida de muchas familias, contribuyendo a su realojo en viviendas dignas.
Lucha contra la drogadicción y el apoyo a los presos
Rosa Otero también jugó un papel crucial en la lucha contra la drogadicción en A Coruña. En sus inicios como analista en el Hospital de Oza, detectó que muchas personas vendían su sangre para financiar el consumo de drogas. Preocupada por esta situación, contactó con las autoridades y logró que se eliminara esta práctica, promoviendo la donación voluntaria. Además, impulsó la creación de la Asociación Antonio Noche, dedicada a la rehabilitación y reinserción de personas afectadas por la drogadicción.
Su labor no se detuvo ahí. También trabajó en la atención y ayuda a presos, colaborando en su reinserción y ofreciéndoles apoyo para rehacer sus vidas una vez cumplidas sus condenas.
Defensa de los derechos de las amas de casa y los consumidores
Otro de los frentes en los que ha luchado incansablemente es el reconocimiento de los derechos de las amas de casa. A pesar de los avances, sigue reivindicando que puedan cotizar para su jubilación. Su implicación en la defensa de los derechos de los consumidores la llevó a fundar varias asociaciones, incluyendo la de Mujeres Empresarias y la de Autónomos de Galicia, de la cual es medalla de oro.
Un legado imborrable
A sus 84 años, Rosa Otero sigue activa en diversas iniciativas sociales, convencida de que la juventud debe ser educada en valores de esfuerzo y solidaridad. Su vida y trayectoria son ejemplo de compromiso con la comunidad, y su distinción como hija adoptiva de A Coruña es un reflejo del impacto positivo que ha tenido en la ciudad.
En sus propias palabras, su mayor orgullo es "haber ayudado a todo aquel que lo necesitó y que ha seguido mis consejos para una vida mejor". Sin duda, A Coruña reconoce en ella a una de sus ciudadanas más ilustres y queridas.