Un cuarto de siglo después, visto para sentencia el juicio contra la red de contrabando de tabaco liderada por Nené Barral
Está considerada como la causa más antigua de España y los ocho presuntos implicados que quedan vivos, podrían quedar absueltos por falta de pruebas
Visto para sentencia el juicio que sentó esta mañana en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial a los ocho presuntos integrantes que quedan vivos de la red internacional de contrabando de tabaco que introdujo en 2001 más de 430.000 cajetillas de tabaco Magnum Especial que fueron decomisadas en la Zona Franca del Puerto de Vigo. Fiscalía mantiene su acusación de penas de prisión y multas millonarias, pero los implicados podrían quedar absueltos por falta de pruebas.
Una trama que presuntamente dirigió entre 1996 y el 2000, el ex alcalde del PP en Ribadumia, Nené Barral, fallecido en 2023. José Ramón Barral, no fue el único que falleció durante este periplo judicial, también otros tres encausados murieron sin ser juzgados. El fiscal del caso, Augusto Santaló, calificó de “anormal” esta situación judicial, ya que no es lógico que esta causa siga sin resolverse 25 años después, según manifestó.
El principal motivo de las dilaciones del juicio es el atasco judicial, principalmente en los juzgados de Vilagarcía, que es de donde provienen los hechos. Entre los ocho hombres sentados esta mañana en la Audiencia estaba Feliciano Barral, el hermano de Nené Barral acusado de pasar información confidencial a la organización cuando trabajaba en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Todos se acogieron a su derecho a no declarar, pero en su alegato final, Feliciano dijo “quiero vivir. Llevo 24 años sufriendo y quiero vivir”. Otro de los acusados, sentado esta mañana a su lado, dijo también “llevo 35 años sufriendo, no me quedan fuerzas”.
En aquella trama de tabaco de contrabando, había implicados, presuntamente, agentes de la Guardia Civil y de la Vigilancia Aduanera. Esta mañana, el que fuera en su día jefe del organismo aduanero, declaró no saber nada de la arribada al Puerto de Vigo de aquel barco cargado con cuatro contenedores de tabaco. Junto a él, otro funcionario del Estado explicó el funcionamiento de las zonas aduaneras.
Los letrados de todos los acusados sentados en la Audiencia Provincial pidieron dictar sentencia absolutoria. Se cierra así una macro causa por la que debemos esperar la sentencia final, pero la falta de pruebas ante la nulidad de las grabaciones efectuadas en su momento, harán muy difícil condenar firmemente a los ocho acusados que quedan vivos en este caso.