La Navarra se despide de Pontevedra con el objetivo cumplido de llegar al siglo de vida

Milagros Guzmán insistía en que todos los presentes probásemos "la pasita", el tradicional moscatel que la taberna La Navarra de Pontevedra ofrece en su local desde hace décadas. Fue durante una reunión distendida en la bodega del establecimiento a la que, además de la dueña del local, asistieron Juan Antonio Peón, copropietario de la Imprenta Peón; y Rosa Díaz, propietaria del comercio A Moda de Abaixo. Los tres, negocios de la ciudad del Lérez. Milagros estaba en lo cierto, “la pasita" no defraudó. Tampoco lo hizo la larga conversación en la que abordamos temas como la salud del comercio local, el paso del tiempo y el cambio en los hábitos de consumo de los clientes de hoy en cualquier tipo de negocio.

En Radio Pontevedra dedicamos este pasado domingo nuestro programa Vermú con SER a estos negocios históricos. En el caso de La Navarra, que echará el cierre el próximo 31 de enero, después de cumplir un siglo de vida, el local se despidió de su clientela con una fiesta donde actuó el grupo Maravallada y una invitación abierta a todos los asistentes.

La Navarra es una taberna tradicional especializada en vinos situada en el casco histórico, en la calle Princesa. Actualmente está regentada por la cuarta generación de la familia que abrió el establecimiento en 1925. Sus propietarios presumen de que la Navarra no cerró ni durante la Guerra Civil. Solo la pandemia del Coronavirus obligó a su cierre temporal.

La familia no descarta su continuidad con otros propietarios, pero eso sí, cambiando el nombre.

Milagros Guzmán afirma que "las segundas partes nunca fueron buenas". La actual propietaria de La Navarra relató en los micrófonos de Radio Pontevedra que no quiere que su hijo tenga que sufrir el lastre de regentar un negocio que no permite descanso. "Yo he sido una viuda siempre, no solo cuando murió mi marido. He tenido que ir con mis hijos a todos los lados siempre sola porque mi marido estaba atado al negocio. Por eso no quiero que mi hijo, que tiene un buen trabajo, tenga que verse sacrificado de esta manera. Ya hemos cumplido”, sentencia Milagros.

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La Imprenta Peón también detiene sus engranajes

A escasos metros de La Navarra, se encuentra la Imprenta Peón, otro local centenario en Pontevedra que también acaba de cerrar sus puertas el pasado mes de diciembre, tras 122 años de historia.

En el caso de la Navarra, el cierre se produce por falta de continuidad en la familia, mientras que Peón es por la jubilación de los propietarios y un cambio en el mercado que redujo mucho la actividad de la imprenta. "La imprenta, como oficio, hace años que murió", señala Juan Antonio resignado. Afirma que, a 82 años, ya era hora de dejar un negocio que "solo daba para cubrir gastos".

Peón relata que durante la historia de su imprenta pasaron por allí cientos de libros, y recuerda con cariño, mientras nos enseña una de las máquinas de impresión que utilizaban en el siglo pasado, que allí se imprimió la primera edición del libro de Castelao, "Os vellos non deben de namorarse". Al abrirnos las puertas de un negocio que ya no factura y donde las máquinas ya no se engrasan, Juan Antonio nos reconoce que tiene 'impresoras' del siglo XVIII y que su local podría ser un museo si alguna administración le echase una mano o mostrase interés. "Nos ofrecen más dinero por las estanterías que por estas máquinas" comenta con pena Juan Antonio Peón.

A Moda de Abaixo, un comercio centenario con mucha salud

Rosa Díaz es la única de la reunión que continuará con su actividad comercial "todo el tiempo que pueda". Representa la cuarta generación de un comercio de los soportales de Pontevedra que el próximo año celebrará su 130 aniversario. "Las estanterías son las originales y no quiero cambiarlas", afirma Rosa con cariño mientras añade que guarda como una reliquia una antigua máquina registradora que ya no funciona.

Señala que se crió en el comercio, donde después de clase hacía los deberes. Con criterio de quien conoce su negocio a la perfección, analiza los cambios que ha vivido la sociedad a la hora de comprar. Reconoce que poco a poco va introduciendo novedades al igual que lo hizo su padre en su momento para adaptarse a los nuevos tiempos.

Rosa señala que "el pago con tarjeta o con el móvil y el reloj están a la orden del día en un negocio centenario" y añade que "hasta los clientes de mayor edad se animan a pagar con tarjeta".

Si Pontevedra presume de ser una ciudad que "da de beber a quien pasa" es, en gran medida, gracias a negocios como los de Rosa, Juan Antonio o Milagros. En la bodega de La Navarra, que conserva su esencia, se almacenan decenas de barriles de gran tamaño que siempre estuvieron llenos pero ojo, ahora todos están vacíos.