Un Celta fallón pierde en Vallecas
Claudio Giráldez se quejó del arbitraje sufrido por su equipo
Vigo
El Celta de casa y el Celta de fuera distan tanto que es difícil poder reconocerles. Pero son el mismo equipo. El de Balaídos juega con una intensidad, concentración, ganas, agresividad y con un nivel de acierto muy por encima de lo que consigue el Celta de fuera. Ese que es capaz de empezar un partido pegándose un tiro en el pie con un regalo de tu portero a los 6 minutos. Se puede debatir si la falta o no de Camello es suficiente para anular el gol, pero lo que está claro es que el portero salió horrible a por un balón sin excesivo peligro. Tocaba cambiar el guión nada más comenzar, volver a remar y sacar en procesión al Celta de fuera. Y, además, hacerlo sin Iago Aspas. Y vaya si se notó. Solamente Borja Iglesias e Ilaix Moriba tuvieron regularidad y criterio a la hora de elaborar, ofrecerse y crear peligro. Ellos dos conectaron con Bamba en la jugada que sirvió para empatar en el primer tiempo. Ilaix, el mejor de los celestes, se inventa un pase al espacio que Bamba transforma en una asistencia a Borja. El Panda no perdonó.
Con el 1-1 el Celta siguió combativo, ganando los duelos pero con poco acierto en las áreas. Dos córners aislados botados por el Rayo acabaron con dos ocasiones de gol al rematar solos Lejeune y Unai López. No necesitaba el Rayo elaborar ni crear mucho y había logrado un gol y dos ocasiones claras a balón parado. Enfrente tenía al Celta de fuera, claro. En la segunda mitad, cuando el Celta tendría que valorar y mimar el punto cosechado, vuelve a pasar como en Sevilla. En el Pizjuán fue en el minuto 63 y en Vallecas fue en el 62. Rondando ese cuarto de hora, el equipo baja la presión, algunos como Bamba se desconectan y se empiezan a confiar en pases que se convierten en regalos envenenados. Y eso fue lo que pasó en el 2-1. No necesitó el Rayo siquiera atacar. Mal pase de Carlos Domínguez a Mingueza en zona de centrales que acaba en saque de banda a favor del Rayo. Mal defendido Camello por Starfelt, pase a la frontal del área y, De Frutos, dispara al primer palo y se la come Guaita. No se podía sacar más con menos. Y volvía otra vez a aparecer el Celta de fuera.
Con Alfon lesionado y Douvikas de turista accidental, el Celta tardó en hacer los cambios y no fue capaz de acertar en algunas de las ocasiones que tuvo. WIlliot tuvo dos claras de cabeza, Durán, Ilaix e incluso Beltrán pero nadie tuvo la puntería suficiente. El otro protagonista fue Cuadra Fernández del que se quejó amargamente Claudio Giráldez. Bueno, se quejó sin quejarse porque a él si que le caerían tropecientos partidos si hablase. Pero dijo que hubo dos penaltis claros a Borja Iglesias, uno en cada tiempo, que apenas se consultaron en el VAR. Otra vez más el Celta no tiene suerte con los arbitrajes. Para nuestro analista Mr Asubío, es falta a Guaita en el primer gol de Rayo y es penalti a Borja de Lejeune en la segunda parte. Lo dicho. No tuvo suerte el Celta ni con las áreas ni con el arbitraje.
Una nueva derrota sin Iago Aspas y en pleno mercado de invierno en el que se habla de muchos nombres para salir y de pocos para llegar. Ojo que queda toda la segunda vuelta y está el Celta de casa, pero también está el Celta de fuera.