Condenados a pagar más de 300.000 euros por daños el dueño de un coche incendiado en Teis y su aseguradora
El incendio se produjo en un garaje de la calle Sanjurjo Badía en mayo de 2020
El dueño y la aseguradora de un coche que se incendió el 23 de mayo de 2020 en un garaje de Vigo han sido condenados en primera instancia a abonar más de 300.000 euros en indemnizaciones por los daños ocasionados.
El fallo del Juzgado de Primera Instancia 11 de Vigo, que puede ser recurrido, considera que el propietario del vehículo y la compañía de seguros deben afrontar las indemnizaciones de manera solidaria.
Casi una treintena de demandantes, entre ellos aseguradoras con varios bienes afectados, se repartirán 303.170 euros, de los que casi 150.000 tienen como beneficiaria a la compañía Allianz por daños en la comunidad de propietarios del inmueble de la calle Sanjurjo Badía, en el barrio de Teis.
Daños en vehículos, trasteros, locales y viviendas
Las demandas reclamaban daños y perjuicios ocasionados en los vehículos aparcados en el garaje, trasteros, locales comerciales y viviendas, además de la reposición de instalaciones comunitarias.
La compañía aseguradora del vehículo en el que se originó el fuego se oponía a las reclamaciones formuladas por falta de cobertura ya que, en su opinión, el incendio no constituyó un hecho de la circulación y estaría excluido de la póliza.
Advertía también de que el automóvil no estaba estacionado de forma temporal, sino con vocación de permanencia (llevaba parado aproximadamente dos meses y medio), sin el sistema de encendido activado y sin conductor ni ocupante, que no tenía batería y que, por tanto, no era apto para la circulación.
Argüía, además, que el incendio se produjo debido a una sobrecarga eléctrica originada por el cargador conectado para recargar la batería, por lo que no se debió a un elemento interno del motor, sino a la utilización de ese aparato en una instalación eléctrica de carácter improvisado.
Coche "en perfectas condiciones"
El propietario alegó que el coche se encontraba en perfectas condiciones de mantenimiento y que no estaba determinada la causa ni el foco inicial del incendio, que podía haberse debido a un hecho fortuito por los problemas eléctricos sufridos por las unidades del modelo que conducía.
La sentencia recoge que los agentes de Policía Nacional fueron los primeros en inspeccionar el lugar del siniestro y recogieron las muestras detalladas en su informe, en el que se establece que existió "un único punto de inicio situado en el vehículo" del acusado. En ese documento se sugiere como causa del incendio la conexión de un cargador a la batería, aunque no de manera expresa.
Los agentes encontraron bajo la esquina delantera del coche incendiado los restos de un enchufe cuyo cableado llegaba a lo que, posiblemente, era un cargador y en uno de los bornes de la batería hallaron la pinza de uno de esos aparatos. El resto de informes periciales coincidieron sustancialmente con el de la Policía Nacional.