El Celta quiere romper la maldición de la primera jornada ante el Alavés
El club vigués inscribe a Unai Núñez, uno de los transferibles, en la Liga
Jugadores del RC Celta. / RC Celta
Vigo
Aunque el mercado de fichajes no se cierra hasta el próximo viernes 30 de agosto, el Celta arrancará éste una nueva temporada en la que, por el momento, sólo tendrá dos caras nuevas en el equipo. Los de Claudio Giráldez inician en año uno tras un Centenario en el que, en lo deportivo hubo que volver a sufrir, con ánimos renovados y con la ilusión de poder hacer una gran temporada para sus aficionados. Borja Iglesias, que quiere volver a demostrar en su casa que no se le ha olvidado marcar goles, e Ilaix Moriba son las caras nuevas del combinado celeste que apostará esta temporada por dar protagonismo, como ya sucedió con Claudio, a la cantera. Aunque tanto el delantero como el mediocentro no apuntan a la titularidad en esta jornada.
El Celta abre esta temporada en casa ante el Deportivo Alavés con ganas de romper sus estadísticas de inicio liguero, ya que los celestes no ganan en la jornada inaugural desde 2015. Tampoco los inicios han sido fáciles para Claudio Giráldez en sus dos etapas al frente del filial del Celta. En el curso 2022-23 sumó un solo punto en las tres primeras jornadas y la pasada temporada arrancó con una victoria en cuatro partidos.
Claudio Giráldez recordó además que el Deportivo Alavés fue el rival que se mostró más superior” a su equipo durante los diez partidos que dirigió al RC Celta en el pasado campeonato. “Siempre hay muchas ganas de que empiece LaLiga, y más teniendo en cuenta que el año pasado el Alavés fue el rival más superior a nosotros. Fueron fieles a su manera de jugar y lo hicieron muy bien, espero que en este partido se imponga más nuestra forma de jugar”, comentó en rueda de prensa.
El técnico gallego tiene claro que el cuadro dirigido por Luis García Plaza va a llevar “al límite” a sus jugadores en situaciones físicas, por eso avisa de la importancia de aprender del duelo de Mendizorroza. “El año pasado el Alavés nos pasó por encima. Es un equipo que nos va a intentar apretar y jugar muy vertical, habrá que estar muy enchufados”, advirtió Giráldez, quien confía en que el Celta alarga “la buena inercia” en Balaídos, donde sumó cuatro victorias y dos empates bajo su dirección.
Por último, justificó su decisión de dejar fuera de la convocatoria a los futbolistas declarados transferibles por una decisión técnica, ya que “la actitud” de todos ellos está siendo muy buena. “Todavía somos demasiados, de momento nos toca elegir pero no tiene que ver con ningún problema de actitud”, explicó Giráldez, para quien ganar mañana sería importante porque “es más sencillo construir desde una victoria.
