Condenado a diez meses de prisión y 6.000 euros de multa en Vigo por subir fotos y vídeos de su ex novia a páginas de contenido pornográfico
La víctima supo que este contenido era público durante la celebración de un juicio por violencia machista contra el mismo acusado
Un hombre ha sido condenado en Vigo a diez meses de prisión e indemnizar con 6.000 euros a su expareja por haber subido a internet fotos y vídeos de contenido erótico en los que se podía identificar "perfectamente" a la víctima. La sentencia del Juzgado de lo Penal 1 de Vigo, que es recurrible, explica que el chico debe indemnizar a la mujer por el perjuicio y el daño que le causó.
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La magistrada señala que la acusación particular reclamaba una cantidad muy superior por los perjuicios que sufrió la víctima, quien dijo tener "cierta proyección pública por motivos laborales, toda vez que participaba en anuncios, películas o documentales", extremo que no fue corroborado ni por los testigos que ella misma aportó.
La mujer también aportó un certificado médico sobre un trastorno ansioso-depresivo que presentaba por problemas con su ex, si bien la jueza entiende que no ha sido ratificado, ni explicado, ni sometido a contradicción en la vista y, además, no obvia que la denunciante tuvo más problemas con el chico que las que en la vista se juzgaron.
Contenido privado publicado en redes sociales
La magistrada considera probado que la pareja mantuvo una relación de afectividad análoga a la conyugal desde junio de 2021 a julio de 2022 y que, en ese tiempo, el acusado, que en el Juzgado compareció por videoconferencia, grabó, con el consentimiento de ella, diversos vídeos cuando mantenían relaciones sexuales, además de fotos de la mujer desnuda o en ropa interior.
Antes de que la relación concluyera, el denunciado colgó, sin permiso de la mujer, varias fotos en Instagram, donde disponía de dos perfiles, y publicó un enlace que dirigía a una red social de pago con contenido para adultos con más imágenes y vídeos de carácter sexual, en los que se distinguía "perfectamente" el rostro de la denunciante.
En el juicio, la mujer reconoció que permitió que el hombre grabara imágenes y vídeos de carácter sexual con un móvil de alta gama que ella había adquirido porque él la convenció para probar el terminal y ver el funcionamiento de la cámara.
Ella tuvo conocimiento de que las imágenes circulaban, sin su consentimiento, por internet en un juicio rápido por una denuncia previa contra el hombre por violencia machista en la que una amiga escuchó al abogado del acusado sugerirle que borrara unos vídeos de internet. Para acceder a esas imágenes, la mujer tuvo que pagar una suscripción en una plataforma de contenido pornográfico, donde pudo verlas y captarlas con la ayuda de una amiga, pero no eliminarlas.
Ella aseguró ser imagen de campañas publicitarias y documentales y confesó haber tenido "dificultades" para seguir trabajando en ese sector, así como que tuvo que tomar medicamentos contra la depresión y ansiedad. El 31 de julio de 2022, según explica la sentencia, los vídeos y fotos fueron retirados.
