En busca del músculo perdido

Vigo

Xavi dejará como legado de su Barça su apuesta por los canteranos y los jóvenes. El técnico de Terrassa también le ha dado la alternativa a Lamine Yamal, Fermín, Héctor Fort o Pau Cubarsi que ya han dado el salto al primer equipo. Otros como Marc Casadó, Marc Guiu esperan su oportunidad desde el filial y otros han dado el salto a ser titulares en clubes nacionales e internacionales como Ferrán Jutglá, Ilias Akhomach o Mika Mármol. Pero el Barcelona busca ahora un cambio radical y es consciente que, para dar la batalla al Real Madrid, necesita rearmarse en lo físico. De ahí que Laporta haya pensado en Hansi Flick para rearmar al equipo y buscar un perfil de jugadores que puedan contrarrestar a los Rudiger, Militao, Alaba, Camavinga, Tchouameni, Valverde, Vinicius, Rodrigo, Mendy y, seguramente, Mbappé. Un Real Madrid que mezcla la extraordinaria calidad técnica con el físico más potente. Tampoco es casual que el Borussia haya llegado a la final de la Champions o que el Bayern y el PSG lleguen hasta las semifinales. Por eso el Barça quiere cambiar su chip para adaptarse a este fútbol mezcla de físico y técnica que ahora mismo está otra vez reinando.

Al Celta también le pasa algo parecido. Es una plantilla con muy poca altura y con pocos jugadores físicamente potentes. La lesión de Aidoo, el jugador más fuerte físicamente, hizo mucho daño atrás. Es cierto que, pese a su irregularidad, Starfelt demostró, en muchos partidos, que la Premier escocesa curte y que esa agresividad la trajo de serie del Celtic de Glasgow. Pero el Celta tuvo esta temporada, y así lo comentó también Rafa Benítez alguna vez, un problema importante de físico y de altura. Hubo partidos en los que coincidían Beltrán, De la Torre, Cervi, Carles Pérez, Ristic, Aspas y Kevin, por ejemplo. Con un déficit importante en la envergadura, estatura, físico y agresividad. El fútbol que viene y al que el Celta todavía no se ha adaptado. Y Luis Campos lo sabía. No hay más que ver el perfil físico de los 11 fichajes que realizó para el PSG tanto en verano como en invierno. Mucha calidad técnica pero también físicamente potente.

La apuesta por un perfil de jugadores técnicos como Mingueza, Carles Pérez, Williot, De la Torre o de delanteros que si tienen altura como Douvikas y Strand Larsen pero que no son expertos en el uso de su cuerpo para combatir las defensas rivales como si pueden hacer Budimir o Muriqi, por ejemplo. El problema va más allá de la edad de Iago Aspas (1,76) y en eso está trabajando ya el director de fútbol Marco Garcés. La llegada de Manquillo, Jailson (1,87) e incluso un jugador de banda físicamente más alto y potente como Allende (1,84) intentaron paliar ese déficit en enero. Y por ahí, seguramente, también intentarán mejorar en esas posiciones claves como, por ejemplo, el centro del campo. Allí han jugado muchos partidos Beltrán (1,70) con De la Torre (1,78) o con Sotelo (1,80). Tapia (1,85) jugó mucho menos esta temporada y Jailson (1,87) jugó más de central que de mediocentro. Damián Rodríguez (1,80) y Dotor (1,80) tienen un poco más de altura pero no tienen tampoco un físico potente. En las bandas Williot mide 1,87 pero es un jugador muy fino y Tadeo (1,84) sirven como contrapunto a los Carles Pérez (1,73), Bamba (1,75) o Cervi (1,66). Marco Garcés tiene mucho trabajo por delante, también para rearmar físicamente al Celta 24-25.