La cenicienta de la especialización médica: solo 14 MIR escogen Atención Primaria en Lugo

Cuántas más plazas MIR se ofertan para la especialidad de Atención Primaria, más quedan desiertas. La apuesta de los últimos años ha sido la de aumentar el número de puestos formativos, pero los médicos que escogen especialidad siguen sin decantarse por la medicina de familia. En provincias con más población rural, como es el caso de Lugo, aún es más sangrante y lo reflejan las cifras: de las treinta plazas ofertadas en la convocatoria aún abierta solamente se han solicitado, por lo de ahora, ocho. El portavoz de la Sociedad de Médicos Generales y de Familia, Lorenzo Armenteros, explica que esto es lo habitual en la provincia: «El área sanitaria no es atractiva y la especialidad ha visto empeoradas las condiciones laborales en extremo en los últimos años». Se refiere a que si los recursos que los profesionales sanitarios tienen a su disposición en las ciudades son pocos, con muchos menos cuentan en territorios rurales y centros de salud más pequeños, lo que echa para atrás a los jóvenes médicos. Mucha carga burocrática que resta tiempo a la tarea asistencial, contratos por períodos de tiempo cortos, la soledad de ser el único facultativo en un centro de salud o tener que desplazarse en la semana a varios para atender a cupos de pacientes demasiado grandes no ofrecen a los jóvenes una proyección laboral interesante. «Que tengas que viajar continuamente, por ejemplo, entre Monforte y Burela, no supone ningún atractivo para un médico que ha estado seis años estudiando una carrera, otro de MIR y cuatro a mayores para la especialidad», apunta Armenteros, que reivindica que «hay que decirlo claramente, esta requiere los mismos años que cualquier otra». Lo que sucede, a su entender, es que «para un joven que ha dedicado tanto tiempo y sacrificio la Atención Primaria presenta unas expectativas que se quedan muy cortas, y una persona joven después de tanto esfuerzo se lo piensa dos veces antes de meterse en un callejón en el que la salida parece bastante oscura». Lo cierto es que, aunque las plazas de medicina familiar son las últimas en cubrirse, porque los aspirantes esperan al último momento para intentar entrar en otras especialidades, la previsión es que se queden más de la mitad vacías. Además, en los últimos años, se da otra circunstancia que hace que ni siquiera los que no han entrado en la opción deseada se anoten en estas vacantes. «Lo que estamos viendo últimamente», explica el médico de familia, «es que prefieren posponer el MIR un año, estudiar y seguir formándose en ese tiempo, y obtener mejores resultados al año siguiente para entrar en otras áreas». Esto contribuye a cronificar la falta de relevo para los médicos de familia que se jubilan y cada vez más centros de salud en comarcas rurales se quedan sin facultativos. «Es un problema que ya nos ha explotado en la cara y que va a más», dice Armenteros, que echa la culpa a «quince años de maltrato al sistema de salud», que a pesar de todo sigue siendo «uno de los que ofrece mayor calidad a nivel mundial». Por eso confía en que poco a poco los jóvenes vayan cambiando de parecer y terminen escogiendo «una especialidad que es muy bonita y muy completa». En el área sanitaria de Lugo, añade, «recibirán una formación de mucha calidad, tanto como en cualquier otro sitio y serán bienvenidos», porque hacen mucha falta.

La cenicienta de la especialización médica: solo 14 MIR escogen Atención Primaria en Lugo

Se cumplen las previsiones de que no llegasen a cubrirse las 30 plazas ofertadas

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