Los hijos del hombre con alzhéimer asesinado en Monfero dicen que no tenía demencia y pudo suicidarse

A Coruña

Los hijos de la mujer acusada de matar a su marido enfermo de alzhéimer en julio de 2021 en Monfero (A Coruña) han asegurado este miércoles que el hombre hacía vida normal y era consciente de sus decisiones, si bien han apuntado a un ligero problema en el habla y han validado la teoría del suicidio.

La sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido el inicio del juicio por un supuesto asesinato ocurrido el 19 de julio de 2021, cuando la acusada tenía 68 años y la víctima 75.

La tesis de la Fiscalía es que le dio pastillas para asesinarlo cuando él tenía alzhéimer, por lo que pide 26 años de cárcel, si bien la defensa sostiene que no padecía esa enfermedad y que lo ocurrido fue un suicidio doble consciente y pactado que en el caso de ella no se materializó porque recibió atención médica.

Los hijos de la pareja han coincidido en asegurar que su padre no padecía alzhéimer sino que tenía problemas para hablar.

Han afirmado que hacía vida normal, con tareas de la casa como la colada o cortar el césped, e incluso iba en bicicleta a comprar tabaco, así como que comprendía lo que se hablaba con él y las consecuencias.

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"Personalmente me dijo a mí que para estar así era mejor no estar vivo", ha apuntado, con todo, uno de ellos, mientras que el otro ha negado que se tratase de una persona dependiente.

Frente a esto, la médica que atendió a la acusada aquella noche dijo que ella manifestó que le había dado pastillas a su marido.

La enfermera que luego tramitó su ingreso en el hospital también apuntó a que fue la procesada quien indicó "que había matado a su marido" al darle pastillas, lo que reflejó en el parte.

La psiquiatra que la atendió posteriormente la notó "muy desbordada, muy llorosa y muy angustiada" porque "llevaba unos años viendo un proceso de deterioro de su marido que era cognitivo" y que incluso "no había querido contárselo a su familia" para llevar sola aquella carga.

"Tenía mucho miedo, porque él se desorientaba, de que se perdiese en el monte", ha continuado, y ha apuntado a que los cuidados eran complicados, él se negaba a recibirlos e incluso "la agredía".

Le habló de "la decisión de morirse ambos" y "aludía a que conocía a su marido y sabría lo que él querría" como "la mejor solución.

Según esta psiquiatra, ella dijo que le había dado las pastillas y luego se las había tomado ella misma; sin embargo notó siempre un importante "duelo por la pérdida", por lo que cree que lo ocurrido "fue impulsivo".