Los dos MVP de Gabri Veiga contra el Betis

Vigo

El Celta llevaba una trayectoria irregular como local y estaba con problemas en la clasificación. Llegaba a Balaídos para estrenar el mes de octubre el EuroBetis. Un rival nada propicio para que los de Coudet pudiesen rascar algo teniendo en cuenta las dudas que tenía el cuadro celeste. Pero ahí emergió la figura del Arquitecto de O Porriño. El imberbe talento canterano se echó el equipo a la espalda y decidió el partido. Lo hizo en el minuto 8 con una jugada que lo define a la perfección. Saque de banda bético en su lateral derecho, presión alta de Beltrán que le roba la cartera a Canales. Gabri Veiga recoge el balón en tres cuartos de cancha y, con un primer cambio de ritmo, deja atrás a Paul Akoukou. Le viene a tapar William Carvalho y vuelve a hacer otro cambio de ritmo brutal que le rompe la cintura al portugués. Estaba muy alejado de la portería y los centrales recularon pensando que seguiría acercándose. Pero no fue así. Gabri sacó un latigazo desde 25 metros que se metió como un obús en la portería de Rui Silva. Fue la guinda a un partido que lo llevó a conseguir el MVP del encuentro y su trabajo fue clave para conseguir una importantísima victoria.

Ya con Carvalhal, la cuesta de enero empezaba visitando la cancha del EuroBetis con ganas de vengar el 1-0 de la ida. En ese partido el Celta demostró su calidad arriba y su preocupante falta de contundencia atrás. De ahí ese 3-4 final en el Villamarín y de ahí los problemas nada casuales en la clasificación. A los cinco minutos, los de Carvalhal crearon la contra perfecta buscando a Aspas que se inventa un pase a banda a Carles Pérez. El catalán amaga su eterna jugada de recortar hacia dentro y decide irse por la banda. Sacó el centro con la derecha que remata de primeras Larsen metiendo un extraordinario gol. Ni es habitual que Carles se vaya por su derecha y centre de primeras, ni es habitual que el noruego intente rematar de primeras en lugar de controlar.

Pero cuando uno está abajo en la tabla es por algo. Y la fragilidad del Celta en un córner llevó al Betis a poner el 1-1 a los 9 minutos. No necesitó mucho el equipo de Pellegrini. Y a los 23 un fallo grosero de los que sigue cometiendo el equipo celeste, permitió una contra local que acabó con el gol de Canales. 2-1 sin tener que fajarse ni despeinarse los béticos. Pero el Celta quería más. Gabri Veiga decidió tirar del equipo y empezó a realizar cabalgadas y contras con mucho criterio y con mucho sentido. Tuvo un par de ocasiones claras hasta que, en el minuto 41 nos dejó uno de los goles de la temporada. Luca de la Torre mete un pase en globo hacia zona de centrales que estaban a contrapié. Aparece Gabri Veiga rapidísimo metiéndose entre los dos defensores y haciendo dos autopases seguidos con la cabeza. Mientras realizaba esos dos toques, cambiaba el ritmo para dejar atrás y quitarle las pegatinas a los defensores. Salió Rui Silva para tapar portería y decide definir a lo Romario con una fina vaselina que sorprende al portero portugués del Betis. Era el 2-2 y el Chico de Oro volvía a ser decisivo. Ya no era una casualidad.

Pero Gabri Veiga quería más. En el arranque de la segunda parte dejó otro par de avisos desde la frontal hasta que, en el minuto 55, Larsen recibe dentro del área, mete el pase de la muerta y aparece Gabri Veiga con hambre para adelantarse a los dos centrales nuevamente y remachar el 2-3. El de O Porriño seguía engordando su estadística y en A Sede se frotaban las manos ya porque el canterano apuntaba a traspaso sanador. Otra vez volvía a ser el MVP de un partido que todavía nos dejó el gol de Aidoo en un córner 2-4 y el regalo tradicional celeste en el 80 con un penalti por mano absurda de Mingueza. El Celta daba un paso de gigante contra el Betis en octubre y en enero gracias al imberbe centrocampista de O Porriño. Esos 6 puntos fueron decisivos para la permanencia y llevan su firma. Gabri Veiga como factor decisivo para que pudiesen respirar Coudet y Carvalhal. El niño de los 11 goles y 4 asistencias en su temporada de debut en Primera. El niño que se coronó con el doblete en la última jornada contra el Barcelona para darle la salvación al club de su vida y de sus amores. El porriñés que le dejó en caja a su club 38 millones de euros.

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