Como Vázquez por su casa

Vigo

El Celta llegaba como invitado de piedra, como complemento indirecto necesario a la Robinho´s Party porque no quedaba otra. Era un modesto Celta de Vázquez, recién ascendido a Primera, el que se enfrentaba al Real Madrid de los Galáticos, de los Zidanes y Pavones y de las R brasileiras: Ronaldo, Roberto Carlos. Era el Real Madrid el que presentaba a su fichaje estrella de Robinho. Y es que el “nuevo Pelé” como se había bautizado debutó ese día en el Santiago Bernabéu y lo hacía ante el Celta de Fernando Vázquez que presentaba pocas caras nuevas en el once inicial con respecto al equipo de Segunda: Iriney Santos, Fernando Baiano y Antonio Núñez estaban en el once inicial.

El canario David Silva tuvo que esperar al minuto 85 para jugar en el Bernabéu. Estaba toda la fiesta preparada y todos los periódicos y medios de la capital esperaban el acontecimiento galáctico del estreno de Robinho para completar a los Ronaldo, Beckham, Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Iker Casillas o Sergio Ramos. Pero no se esperaban lo que Arrigo Vázquez le tenía preparado en la pizarra a Luxemburgo para ganarle. Esperar muy ordenados y muy agresivos en defensa y salir a la contra a la velocidad del Rayo. Contreras ponía el 0-1 en el minuto 7 y el Plan Vázquez estaba saliendo bien.

A partir de ahí, el Real Madrid aceleró el ritmo y empezó a disponer de ocasiones. El Celta se defendía tan ordenado y tan bien que Pinto tampoco es que sufriera demasiado. El caso es que tuvo que ser desde los once metros como el Madrid empatara el partido. Fue en el 36 cuando Ronaldo puso el 1-1. Los blancos se tiraron arriba con todo y lograron el 2-1 con un tanto de Julio Baptista. No contaban con que el Celta no bajase los brazos y, antes del descanso, otra contra letal acabó en penalti. En el rechazo lo anotó Antonio Núñez después de la parada de Casillas. Era el 2-2 al descanso. El Celta estaba aguando la Robinho´s Party.

Pero Vázquez aún tenía alguna que otra sorpresa más guardada: la posición de Canobbio por detrás de Baiano, le daba mucha libertad por el gran trabajo defensivo de Gustavo López y Antonio Núñez por bandas. Oubiña e Iriney barrían todo en la medular y buscaban la contra con rapidez. Pasaban los minutos, el Madrid se iba arriba con más riesgo y eso lo aprovechó el Celta. Después de un par de avisos llega otra contra letal con disparo de Canobbio que besó el larguero y se fue al fondo de la portería sin meterse en la red. El Madrid protestó pero el árbitro concedió el gol que parecía claro. Era el 2-3 que fue definitivo porque el Celta defendió los últimos minutos con el balón gracias a David Silva, Gustavo López, Oubiña y Baiano. Fue el debut a lo grande de Vázquez en Primera con el Celta asaltando el Santiago Bernabéu, aguando el debut de Robinho y siendo noticia en todos los periódicos. O en casi todos porque un diario deportivo decidió titular “Robinho” y no en una alusión al delantero brasileño precisamente. Victoria histórica en Chamartín de las que no se olvidan.

Al año siguiente llegaba un EuroCelta ya con un traje más elegante al Bernabéu en uno de sus mejores arranques de Liga como visitante: tres victorias y un empate. Con ese espectacular balance se presentaba en el templo blanco para medirse a un Real Madrid de Capello que llevaba más de un año sin perder en su estadio. Parecía una misión imposible ganar por segundo año consecutivo a los galácticos en su propio estadio. Casillas, Ramos, Cannavaro, Helguera, Roberto Carlos, Diarrá, Emerson, Guti, Raúl, Ronaldo y Robinho. Otra vez Ronaldo y Robinho comandando el ataque pero, en esta ocasión, con Raúl de ayudante. El Celta que ya había perdido a David Silva, se presentó con Pinto, Ángel, Lequi, Contreras, Placente, Oubiña, Iriney, Nené, Canobbio, Núñez y Baiano. La solidez del Madrid de Capello encarecía mucho más la posibilidad real del Celta de puntuar en el Bernabéu. Pero el Plan Vázquez tenía alguna que otra sorpresa táctica que hizo muchísimo daño al Madrid. Canobbio se caía a banda izquierda para crear superioridad numérica y Nené tiraba diagonales para asociarse en las contras con Baiano. El Celta robaba rápido y se iba arriba con muchísima velocidad. De un córner en contra y un buen despeje llegó el gol de Nené. Despeje, presión a Diarrá, robo de Nené que mete en largo a Canobbio que, desde la izquierda, cabalga con el balón cosido al pie, se mete en el área y mete un pase de gol al punto de penalti que Nené convierte en gol. Era el 0-1 en una contra de apenas tres toques con una velocidad brutal.

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El Madrid pudo empatar a balón parado antes del descanso y tenía toda la segunda parte para solventar a su favor el partido. El Celta pudo adelantarse poco después porque un pase maravilloso de Oubiña dejó solo a Nené a la espalda de Ramos y, cuando dribló a Casillas, el portero blanco le derribó en su pie de apoyo y parecía claro que iba a señalar los once metros. Pero, al final, Pérez Lasa decidió solventar el asunto con una amarilla a Nené por simular penalti. Ver para creer.

En el segundo tiempo el Celta aguantó con mucha solvencia, Pinto no tuvo excesivo trabajo y el Celta tiró varias contras peligrosas que no tuvieron demasiada puntería. Todo cambió en el minuto 74. Arrigo Vázquez decide sentar a Canobbio y sacar a Jorge Larena para que jugase nuevamente a las espalda del doble pivote madridista y justo detrás de Baiano. Ahí le hizo mucho daño al Madrid de Capello. Era el minuto 82 y el Celta seguía presionando muy arriba para asfixiar a los blancos en la salida. Iriney recupera en tres cuartos y abre a la banda izquierda a Larena. El canario busca a Baiano dentro del área, el brasileño se la devuelve en la frontal y Jorge dispara flojo. Los de Capello inician una contra desde la frontal del área y mandó el balón al lateral izquierdo, se confía Reyes y le roba la cartera muy arriba Ángel López. El lateral canario se planta en el pico del área y cede a Larena en la frontal. Su disparo con la derecha, raso y ajustado, se cuela en la portería de Iker que nada puede hacer. Era el 1-2 y el profesor Vázquez acariciaba el doblete consecutivo en el Bernabéu. Y así fue. El Celta volvía a ganar en el feudo blanco por segundo año consecutivo. Y desde aquel 5 de noviembre de 2006 el Celta no volvió a ganar allí.