Este martes se celebra en Vigo una nueva reunión entre Vitrasa y comité de empresa para tratar de alcanzar un acuerdo y poner fin a la huelga
La mediadora emplazó a las partes a partir de las 14h30, en la sede de Inspección de Trabajo
La concesionaria municipal del transporte urbano del concello de Vigo, Vitrasa, y el comité de empresa se reunirán de nuevo este martes para tratar de alcanzar un acuerdo y poner fin a la hulga indefinida, que comenzó a finales de noviembre del año pasado.
Más información
- La Xunta pide al concello de Vigo que ponga "todos los medios necesarios" para solucionar el conflicto entre Vitrasa y su plantilla
- El TSXG estima el recurso de apelación de Vitrasa y condena al concello de Vigo a revisar las tarifas de 2021
- Trabajadores y dirección de Vitrasa terminan la mediación con posturas "muy alejadas"
- No habrá nueva reunión de Vitrasa y el comité hasta este viernes 9, mientras el calendario de protestas en Vigo continúa
- Vitrasa y comité se reunirán de nuevo el próximo lunes 5 en el Hotel Bahía de Vigo tras aceptar la empresa contar con un mediador
- El pleno municipal del concello de Vigo ha tenido que ser suspendido 10 minutos debido a las protestas del personal de Vitrasa
Después de que el pasado viernes mantuviesen un nuevo encuentro que terminó sin pacto, la mediadora emplazó a las partes a una nueva cita este martes, a partir de las 14.30 horas, en la sede de Inspección de Trabajo.
Todo ello después de varios encuentros de mediación llevados a cabo en las últimas semanas entre ambas partes sin que sirviesen, por ahora, para acercar posturas. El objetivo es poner fin a una huelga indefinida que comenzó a finales de noviembre.
A finales de enero Vitrasa aceptó de nuevo esta figura de un mediador que ayude a solucionar la situación. Una vez más, como ya ocurrió a finales del año pasado, es una inspectora de trabajo la encargada de intermediar entre empresa y empleados.
Los trabajadores de Vitrasa llevan años protestando por la situación laboral que viven, debido a que el convenio colectivo caducó hace ya tres años, manteniéndoseles el sueldo congelado desde esa fecha, pese al incremento del precio de la vida tras la pandemia y de la propia subida de los billetes de bus.