La dura cuesta de febrero
El Celta afronta en las próximas semanas un duro calendario
Vigo
La mejor noticia del descarrilamiento copero del Celta es que los de Rafa Benítez van a tener más tiempo de recuperación entre partido y partido. Y es que se comprimía el calendario y las dos semifinales se jugarían entre las salidas de Pamplona y Getafe y entre las dos finales con Cádiz y Almería. Y es que después del empate en Mallorca y la derrota sin paliativos contra la Real en Balaídos, el Celta vuelve a jugar en casa pero lo hace contra el Girona. El equipo de Michel llega como colíder y como máximo goleador de la Liga. Un equipo que volverá a poner a prueba el fútbol y la recuperación del Celta del doble mazazo txuri-urdin. El choque contra el Girona dará paso a dos salidas consecutivas para enfrentarse a, seguramente, dos de los equipos más físicamente exigentes de la Liga: Osasuna y Getafe. Dos equipos que son muy complicados de ganar en sus propios estadios y que manejan con jerarquía ese otro fútbol que tan mal se le da al Celta.
Después de las dos salidas consecutivas, visita Balaídos el Barça de Xavi. Otro rival complicadísimo en Balaídos para poder conseguir los tres puntos para acercarse a la cifra de los 38-40 necesarios para salvarse. Después de recibir al Barça tocará una final por la permanencia: el Nuevo Mirandilla. Será el último partido de un mes tan complicado ante un rival directo por no bajar. Hay que tener en cuenta que en Balaídos Celta y Cádiz empataron por lo que el goal average particular pasa por empatar o ganar en el Nuevo Mirandilla. Arranca el mes de febrero con otra final de forma consecutiva: el Almería. El Celta fue capaz de vencer al Almería y es una buena oportunidad para poder sumar los tres puntos. Complicado mes para un equipo de Rafa Benítez que tiene que lamerse las heridas de la Real Sociedad tanto en Copa como en Liga.