El jurado declara culpable de asesinato al acusado del crimen de Oza-Cesuras
El jurado ha explicado que, por unanimidad, considera probados los hechos que se imputan al acusado
Juicio en la Audiencia Provincial de A Coruña este jueves el juicio contra el hombre acusado del asesinato de una mujer en Oza-Cesuras, para el que la fiscalía pide 28 años de cárcel. EFE/Cabalar / Cabalar (EFE)
A Coruña
El jurado popular ha declarado culpable de asesinato este miércoles al acusado del crimen de Oza-Cesuras (A Coruña). La sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido la lectura del veredicto del proceso, con jurado, por la muerte el 15 de enero de 2021 de un disparo en la cabeza a bocajarro en su domicilio de Oza-Cesuras de una mujer de 33 años convaleciente tras una operación y al cuidado de un hijo de dos años.
En la lectura, el jurado ha explicado que, por unanimidad, considera probados los hechos que se imputan al acusado. Por tanto, sostiene que es autor del asesinato de la víctima, con la que tenía una situación de superioridad, que portaba un arma de fuego y que entró en su vivienda sin permiso.
La Fiscalía pedía 29 años por asesinato, tenencia ilícita de armas y allanamiento de morada; la acusación particular solicitaba prisión permanente revisable -que ha modificado a 35 años a la vista de los hechos probados- y la defensa reclamaba una condena por el robo en grado de tentativa, de hasta 3 años.
Una vez finalizado el dictamen del jurado, la Fiscalía ha mantenido su idea de aplicar las "penas máximas" porque aprecia "intencionalidad, maldad y planificación".
La acusación particular, por su parte, ha recordado que era una "víctima especialmente vulnerable" y ha aumentado la petición de allanamiento de morada, por lo que en total pide 35 años.
La defensa ha anunciado que estudiará recurrir la sentencia, que dictará la magistrada de acuerdo a los hechos probados, en instancias superiores.
Según el jurado, el acusado accedió aquel día al domicilio de la víctima armado, la persiguió hasta que la atrapó y la mató con un disparo en la cabeza.
La motivación no entra en el objeto del veredicto, pero las acusaciones creen que detrás está el hecho de que la mujer del acusado y el marido de la víctima habían tenido una relación estrecha, suficiente para el procesado como para separarse, y después se habían distanciado por problemas laborales.
Este conflicto laboral implicaba tanto al marido de la víctima como a la pareja del padre de esta, ambos superiores jerárquicos de la mujer del acusado.
El acusado, no obstante, alegó en todo momento que había ido a ese domicilio porque pensaba que no había nadie y quería robar para conseguir dinero y poder comprar drogas.
Según él, todo lo hizo acompañado de otro hombre -que nunca apareció y cuya existencia descarta el jurado- y fue este quien ejecutó el disparo mortal, pues alegó que en sus manos nunca aparecieron residuos del disparo, pero sí de otros elementos.
