Acepta nueve meses de cárcel por agredir sexualmente a una trabajadora de un bar en Vigo
Este martes se ha celebrado una vista de conformidad en la Cidade da Xustiza
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Futuros juzgados de Vigo. / Felipe Troitiño
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Vigo
Un hombre ha aceptado nueve meses de prisión por haber agredido sexualmente a la trabajadora de un bar en Vigo. En este caso ha sido en una vista de conformidad celebrada en el juzgado de lo penal. La petición inicial eran tres años de cárcel por agredirla hasta en dos ocasiones en una noche. Llegando a inmovilizarla en el suelo, en plena calle. Situación de la que ella logró huir dándole una patada entre las piernas.
El procesado, para quien la Fiscalía pedía inicialmente 3 años de cárcel, deberá cumplir también una orden de alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima durante un año y nueve meses, además de pagar lo que resta de la indemnización por daños morales (la responsabilidad civil se fijó en 300 euros, de los que ya ha abonado 150).
La ejecución de la pena ha quedado suspendida por un período de 2 años, a condición de que el procesado no vuelva a delinquir en este tiempo, que cumpla la orden de alejamiento, pague la indemnización, continúe su tratamiento contra el alcoholismo que padece y se someta a un programa de reeducación sexual.
Según se recoge en el escrito de acusación pública, los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo, cuando el ahora condenado entró en el bar que regentaba la víctima y, "con ánimo libidinoso", se acercó a ella y le dijo en varias ocasiones "tú eres mía".
La mujer salió de detrás de la barra y le dijo que iba a cerrar el bar. En ese momento, el acusado aprovechó para acercarse más a ella y tocarle el cuello, los brazos y la espalda.
Cuando la víctima consiguió echarlo del local, el acusado esperó fuera y, en el momento en el que salió la mujer, volvió a dirigirse a ella y a decirle "tú eres mía". El hombre se aproximó por detrás, le tocó la espalda y le puso las manos sobre el pecho, consiguiendo tirarla al suelo.
Mientras la mujer estaba en el suelo y, a pesar de su resistencia, el acusado consiguió tocarle por encima de la ropa los pechos, los genitales y otras zonas del cuerpo. Esta situación se prolongó hasta que la mujer, que estaba dándole patadas entre las piernas, logró deshacerse de él y huir.