"Habrá donde velar a mascotas, pero no a victimas del franquismo" en el cementerio de Lugo
Desde la Asociación de la Memoria Histórica vuelven a pedir un lugar donde dejar flores a sus seres queridos
Lugo reclama un monumento en memoria de las víctimas del franquismo
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Lugo
El franquismo es un pasado muy reciente. Un recuerdo que a día de hoy sigue dejando heridas abiertas. Decir adiós por última vez es algo que a muchos no les dejaron por el mero hecho de pensar diferente y en Lugo, a día de hoy, no hay todavía un lugar al que llevarles flores a todas esas personas asesinadas de forma injusta.
Esta es la demanda que hacen desde hace años en la Asociación de la Memoria Histórica de Lugo. Desde ella nos lo cuenta Miguel Freire, quien junto con decenas de familiares, se acercó al cementerio lucense de San Froilán el pasado día 29 para reclamar su lugar. "Hicimos una reivindicación tranquila, pacífica, queríamos hacerla el propio día 1, el de todos los santos, pero desde el Concello no nos dejaron por si molestábamos al resto de familias que se acercasen a las tumbas de sus seres queridos", relata molesto.
Saben que muchos de los restos de sus antepasados son ilocalizables por varios factores: el paso del tiempo, la escasa información de su ubicación y los traslados hechos sin la meticulosidad precisa para este tipo de labores. Por eso, lo único que piden es "un monumento en el Cementerio de San Froilán para tener un lugar donde homenajear a tantas personas represaliadas y muertas, sin tumba, que no tienen ni un lugar para dejarles unas flores."
No quieren ni piden una obra faraónica, un monolito o una escultura, solo un lugar donde el recuerdo sea el protagonista. Desde la ARMH aseguran haber presentado en "numerosas veces" escritos y hasta un proyecto de monumento, "pero que sigue sin respuesta". Freire lamenta con rabia cómo en esas reuniones "todo es si, si, si, pero vemos que pasa el tiempo y aquí no llega".
Las víctimas del franquismo observan cómo el tiempo pasa, las necesidades de la sociedad mudan, pero "mientras se hace un lugar en el cementerio de San Froilán para neonatos o para mascotas, para nosotros... no hay nada".
Un irlandés en busca de respuestas
Freire recuerda el caso de John Price, un escocés que visitó Lugo con el único objetivo que reencontrarse son su pasado. Un pasado marcado por el franquismo y las injusticias.
John Price es el nieto de Pepe Fernández, un lucense fusilado en 1936 que trabajaba en la farmacia lucense do Cantón. Pepe fue acusado falsamente de haber puesto una bomba. Entraron en su local y se lo llevaron. Sin dar explicaciones ni opción a escucharlas.
Ante tal situación, su familia se vio en la obligación de escapar. La madre de Price era de Escocia, así que enseguida emigraron. Tras varias décadas, ahora John visita Lugo en busca de respuestas. Las encontró. Pudo fotografiarse en los mismos lugares que sus abuelos, localizar la ubicación de aquella farmacia y recorrer las mismas calles que Pepe, pero no tuvo un lugar donde depositar unas simples flores.
Sara Meijide
Redactora de Radio Lugo