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El fuego de Foz se acercó a metros de las casas: "Contra eso parecía imposible loitar"

Ramón Sixto, vecino de Santa Cilla, habla de miedo e impotencia ante la proximidad de las llamas

Ramón Sixto, vecino de Foz, explica como el fuego amenazó sus casas

Ramón Sixto, vecino de Foz, explica como el fuego amenazó sus casas

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Lugo

Los incendios de Trabada, que se extendió a Ribadeo, y Foz han conseguido extinguirse. En tres días el fuego ha devorado, según los datos de la Consellería de Medio Rural, 2.326 hectáreas de monte arbolado. En Foz son 234 las hectáreas quemadas, tras un incendio que se asume ya como intencionado y que llegó a acercarse a unos metros de las casas en lugares como el barrio de Frouseira, en la parroquia de Santa Cilla. Ramón Sixto es uno de los vecinos que se levantó de madrugada a intentar parar el fuego que amenazaba su vivienda. Asegura que pasaron momentos de mucho miedo porque "parecía que contra aquilo era imposible loitar".

En el Hoy por hoy Lugo nos cuenta que cerca de la una de la madrugada, junto con su mujer y su hija, se levantaron alertados por la proximidad de las llamas. Pasaron momentos de mucha tensión, asegura, sobre todo por lo complicado que era el control del incendio debido al viento: "ao redor das casas había eucaliptos de 20 metros de alto e era impresionante velos arder, sobre todo cando o aire viña con forza porque facía volver cara atrás as lapas e o que quedaba sen arder viamos que prendía lume". Por momentos temían que el viento, que cambiaba imprevisiblemente, hiciese que prendiese el fuego de la vegetación en las casas.

Agradece la ayuda de otros vecinos de esta y otras parroquias que acudieron a sofocar el fuego con sus propias mangueras, grifos o cisternas e insiste en la "impotencia" que sentían al tener el fuego al lado y no saber qué hacer para pararlo. Ahora que ya han pasado el susto, que ha sido grande, asegura, están tranquilos porque finalmente no se quemase ninguna vivienda.

Ramón lamenta sin embargo los terrenos perdidos, porque son las herencias y los ahorros de los vecinos: "eran plantacións de xente que investiu en montes, que os herdou, e son un recurso que tiñan para afrontar unha necesidade, ou botar man deles para ter uns cartos para arreglar a casa, ou comprar un coche, o que sexa, e é unha pena que se queime unha fonte de riqueza por culpa de catro desalmados".

Para este vecino de Santa Cilla esto demuestra que el rural necesita gestión y recursos. Espera que las administraciones tomen nota de lo sucedido y comprendan que hay que trabajar para que no se repita porque, señala, "non estamos libres de que dentro de catro días volva suceder algo parecido, e é nestes casos cando notamos que faltan medios".

Trabada, Ribadeo y Foz piden una mesa de trabajo con Medio Rural

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La petición de prevención y recursos es también la de los tres regidores de los municipios afectados. Trabada, Ribadeo y Foz han pedido un encuentro con el conselleiro de Medio Rural para cuantificar las pérdidas y elaborar una estrategia común para afrontarlas.

La alcaldesa del más afectado, el concello de Trabada, Mayra García, cree que el municipio arrastrará las consecuencias del fuego durante años, así que ve imprescindible crear una estrategia común y coordinada. Da gracias porque no haya que lamentar daños personales, pero si resalta que "son moitísimas as hectáreas que se queimaron e que aquí en Trabada son a nosa industria". Pide sumar esfuerzos para afrontar la situación.

Los bomberos de Barreiros cren que se pudieron movilizar más recursos

Del servicio provincial de bomberos fueron los del parque de Barreiros los que se movilizaron para actuar en A Mariña. Lucas Ares es uno de ellos y califica estos incendios como "os peores que se viron nos últimos anos". Por esta razón cree que la actuación del consorcio provincial de bomberos fue insuficiente. Solo los tres trabajadores del parque comarcal de Barreiros, de los 120 que hay en toda la provincia, se movilizaron en esta ocasión.

Según denuncia Ares en otras ocasiones si se había hecho, y con la proximidad del fuego a las casas, que obligó a actuar a los propios vecinos, era necesario. Según su lectura el problema es que no está contemplado formalmente, así que insisten en pedir a la Diputacion que elabore un plan de actuación que pueda activarse en situacones como esta y que permita movilizar de forma coordinada y ágil los recursos a los puntos donde son necesarios.

 
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