Adios BCL, hola ACB

Santiago de Compostela

Fue bonito mientras duró y debe servir para sacar conclusiones y aprender de lo vivido durante una semana en tierras turcas. Tras ir comprobando como se incrementaba el nivel de exigencia conforme avanzaba en la competición, el Monbus Obradoiro no pudo con el Strasbourg en el tercer partido de la previa de la BCL y acabó perdiendo por 82-74.

Peleó y sufrió el equipo compostelano. Fue capaz de volver de diferencias amplias y puso en jaque a su rival en el tramo final de un partido en el que no logró igualar la batalla de lo físico y también pudo comprobar que en Europa se pita diferente, sobre todo en cuanto al nivel permitido en los contactos.

Tras un primer parcial igualado, bajó mucho en el segundo y llegó al descanso con 47-38. Pero el Monbus Obradoiro sacó a relucir su capacidad de lucha. No se rindió y luego de un 2-11 de parcial en el ecuador del tercer acto, igualó el choque (56-56, min. 27). Sin embargo, dos pérdidas seguidas, en los ataques siguientes, le permitió al Strasbourg contestar con un 8-0 que Tinkle cortó a 25 segundos para el final (64-58). Sin embargo, el inicio del último cuarto lastró al conjunto compostelano, que se vio, con seis minutos por delante, catorce puntos abajo (74-60). Y aunque nuevamente el ADN Obra salió a relucir y provocó errores en su rival y le llevó a situarse a cuatro puntos, el esfuerzo no fue suficiente para conseguir la clasificación.

En Sar, los casi mil espectadores que siguieron el partido a través del videomarcador, sufrieron durante el duelo y encajaron de buena manera la derrota, citándose para lo que viene, que es la cita de la ACB de este miércoles ante el Bilbao Basket.