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Luis Campos compatibiliza los cierres de mercado de PSG y Celta
Luis Campos
Vigo
Luis Campos tiene tres días por delante para cerrar todas las operaciones que están pendientes en el Celta. En el Celta y en el PSG. Y es que Campos, en esa dualidad de asesoramiento externo en París y Vigo, multiplica sus tareas pendientes para poder cerrarle las plantillas a Luis Enrique y Rafa Benítez. Movimientos de mercado con muchas diferencias. Casi como las de Clark Kent y Superman. Mientras Luis Campos va con gafas, repeinado y con traje, puede fichar acorde al salario de un periodista que trabaja en el Daily Planet de Metrópolis. Cuando entra en una cabina telefónica y se cambia, puede fichar con un presupuesto catarí propio de un superhéroe. De hecho, Luis Campos está a vueltas con el Caso Mbappé para tenerlo todo bien atado y que no haya sustos en los últimos días de mercado. En segundo lugar, Campos está intentando cerrar operaciones como la de Kolo Muani que se cifra en unos 80-85 millones de euros. El Eintracht pide 100 millones de euros por lo que todavía le queda mucho trabajo para intentar contentar a Luis Enrique y, sobre todo, a Mbappé.
También la difícil negociación con el Lyon para poder cerrar el fichaje del prometedor extremo Bradley Barcelona, por el que también puja el City. Ese mano a mano con los ingleses complica la operación. Pero también la Operación Salida está con tráfico denso en París: después de las salidas de Neymar, Diallo, Icardi, Leandro Paredes, Ebimbe, Renato Sanches, Leo Messi o Xavi Simmons, todavía quedan casos pendientes como el de Marco Verrati.
Este verano tan movido en París en el que también tuvo que negociar el millonario finiquito de Galtier y la llegada de Luis Enrique, le ha restado fuerzas, tiempo y posibilidades para afrontar con agilidad el mercado de fichajes del Celta. Es cierto que, cual Clark Kent, las limitaciones económicas le imposibilitaron moverse más rápido en el mercado. Después del movimiento de Carles Pérez o el de Jo Bamba, Unai Núñez o la operación Galán-Manu Sánchez, Luis Campos tenía su margen de maniobra supeditado a la Operación Gabri Veiga. El traspaso del porriñés todavía se cerró este pasado domingo y ahí comenzó a concretar, por fin, la Operación Douvikas y la Operación Guaita. La primera ya es una realidad, la del portero valenciano está costando más para poder desligarse del Crystal Palace. Al margen de estas dos operaciones, Luis Campos trabaja en el centrocampista que tanto necesita el equipo.
Pero también tiene mucha plancha Campos con las salidas: Miguel Baeza, Sergio Carreira (que apunta al Pucela) y los casos más complejos de Paciencia y Marchesín a los que se le quiere encontrar una salida, y el caso Tapia que sigue enquistado. Por Tapia había acuerdo con el Lyon pero se encontraron con la negativa del jugador a abandonar Vigo. Si el Celta activa esas operaciones salida podría plantearse el satisfacer al entrenador con sus peticiones para el ataque MCO o mediapunta polivalente y un lateral izquierdo.
Si las ocupaciones parisinas se lo permiten, tiene mucho trabajo por delante Luis Campos para intentar cerrar la Operación Celta con muchas carpetas encima de la mesa. Lo hace con la presión del Celta en puestos de descenso, con la presión del casi descenso de la última temporada y con los resultados no muy satisfactorios de apuestas como Williot Swedberg, Paciencia, Marchesín o Mingueza.
