"En el fútbol femenino no se trata de regalar, se trata de dar la oportunidad"

Lugo

Once. Más de una decena son los equipos de fútbol femenino que Lugo tiene a lo largo y ancho de su provincia. Llevan años existiendo, pero el foco en ellas se ha puesto de golpe tras la hazaña conseguida por la Selección de Fútbol Femenino al levantar la copa del mundo en Sidney.

Milagrosa, San Roque, San Lázaro, Comercial, CD Lugo, PM Friol, PM Friol B, Chantada, Carballedo, Antas y Monteforte. Estos son los equipos femeninos que juegan con un balón pegado a sus pies temporada tras temporada, y a las que muchos han osado menospreciar por el mero hecho de ser mujeres las que golpean el cuero.

Desde la coordinación del área de fútbol femenino del CD Lugo, Iria Rey, celebra el éxito de las internacionales "no sólo por lo conseguido deportivamente si no por lo que significa para el resto de niñas". Dice Rey que tener ídolas y referentes femeninas en este deporte lo revaloriza enormemente porque a día de hoy sigue siendo raro ser chica y soñar con ser futbolista.

Hace escasos meses, el fútbol femenino estuvo de huelga. No pedían nada que no sea tan básico como poder vivir de lo que hacen, como sucede con los hombres. Mientras que las mujeres del fútbol pedían un salario mínimo de 20.000 euros, los hombres, en categoría profesional, rozan los 90.000 euros anuales de ingresos.

Joaquín Blanco, entrenador del CD Lugo femenino dice que "no se trata de regalar nada a nadie, las cosas hay que trabajarlas, pero hagamos que el deporte femenino sea interesante. Vamos a comprar sus camisetas, ir a sus partidos... demos la oportunidad de que nos entretengan y que las marcas se peleen por representarlas".

Ser marimachos

Uno de los momentos en los que más se nota la precariedad en el deporte femenino es cuando llegan las lesiones. Hoy conocemos el caso de María Alejandro, ex-jugadora del PM Friol. Tras una lesión de cruzado ha relatado las peripecias para poder recuperarse. "Me he tenido que costear todo, a mi me dijeron que no había dinero para esto", dice.

No quiere hacer sangre ni atacar al club, si no hacer una reflexión en global. "Los medios que tenemos las chicas son mucho menos que los chicos. Me gustaría que mi caso ayudase a otras mujeres y que con la victoria de la Selección se apoye más al deporte femenino", dice.

María Alejandra tenía claro desde pequeña que quería jugar a que la pelota entrase en la portería contraria. Sin embargo, ha tenido que escuchar desde bien pequeña que el deporte por el que sentía devoción no era para mujeres y que si hacía oídos sordos se convertiría en marimacho y lesbiana por imperativo social.

"Jugar o practicar un deporte no te define como nada. Ni quien eres ni que te gusta. Ojalá todas la niñas se sientan libres de jugar al fútbol y que tengan a más Alexias de referencia", reflexiona.

Rechazo al beso de Rubiales

Y mientras que las chicas de la selección celebran su enorme logro, la sociedad continúa pasmada por el beso robado del Presidente de la RFEF, Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso. Fue durante la celebración cuando el máximo responsable de la Real Federación Española de Fútbol agarró la cara de la deportista y le plantó un beso en los labios.

Las reacciones en repulsa de lo sucedido no dejan de proliferar en medios y redes sociales. También lo ha hecho la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez. La socialista publicó rápidamente en sus redes sociales que "el beso robado de Rubiales a una jugadora de la selección femenina no puede quedar como una anécdota. Es totalmente reprobable y no se puede blanquear. Es la pura imagen del machismo, y más en el mundo del deporte, donde nuestras jugadoras han dado un paso tan grande".