Ian Mackay: “Por mi cabeza pasó colgar los guantes”
El portero habla por primera vez de lo ocurrido en Castalia y asegura que pasó por el peor momento de su carrera
A Coruña
Después de lo ocurrido en Castellón, donde el Depor se despidió de forma dramática de la temporada pasada, Ian Mackay, que fue protagonista clave en el desenlace de ese partido, se había mantenido en silencio. Desde entonces, además de las consecuencias deportivas, el portero también vivió críticas feroces en redes sociales. Sin embargo, en el otro lado de la balanza está igualmente la enorme cantidad de muestras de cariño que recibió el portero. En su esperada comparecencia pública, Mackay reconoció que lo vivido en Castellón le llegó a hacer plantearse su retirada como futbolista.
“Al final del partido, por mi cabeza pasaba colgar los guantes. Que se ponga en duda lo que eres tú aquí... Soy un portero muy estable y me entraron dudas”, afirmó. Sin embargo, añade que con el paso de las horas y el apoyo de su entorno más cercano, tomó la determinación de no venirse abajo. “No soy una persona que se esconda, y no me voy a rendir. Lo tengo muy claro. Mi idea es que toda la gente que tenga la imagen de Castellón que la borre y darles otro motivo para recordarme que no sea malo. “Un partido no puede mermar tu carrera”, sostiene.
La adrenalina y la tarde de Castalia
Para el portero del Deportivo, lo vivido en Castalia fue, sin duda, el peor momento de su carrera como futbolista. Un aspecto que le afectó también a nivel personal. “Fue el momento más complicado deportivamente de mi carrera sin ninguna duda. Necesitaba un tiempo para poder recuperarme y volver con todas las ganas posibles este año. Tenia ganas de volver a Abegondo y del día a día. Estar aquí otra vez y recargar pilas”, explicó ante los medios. Recuerda que el respaldo de su entorno fue fundamental para esa recuperación anímica. “Mi familia y mis amigos fueron mi apoyo principal. No me dejaron solo en ningún momento. Muchas ganas de ayudar este año en todo lo que venga y me dejen”, defiende.
Recuerda lo ocurrido en Castellón como una pesadilla que “desgraciadamente no se puede cambiar”. Añade Ian Mackay que “borrón y cuenta nueva es imposible. A toro pasado le das cien mil vueltas. Pido perdón por la acción del penalti, que no me volverá a pasar nunca. La adrenalina me jugó una mala pasada. Dejar al equipo con diez...”, recuerda. Habla de error en el primer gol y cree que cuando ya se había recuperado del golpe moral de ese fallo, llegó la acción del último minuto que cambió la eliminatoria.
El cariño de Riazor
“Me quiero quedar con la gente que cuando pasó eso me apoyó mucho. Agradecer todas las muestras de cariño desde que pasó esto En el primer partido en Riazor de este verano iba con dudas pero fue un alivio, Esos aplausos para mí eran muy importantes”, asegura el portero del Deportivo. Mackay ya tuvo ese respaldo de los aficionados en los dos partidos ante el Arteixo y el Bragantino, pero también en algunos de los desplazamientos del verano con el Deportivo. “Esas muestras de cariño es con lo que me quedo y es lo que me da fuerza. Ojalá hacer algo importante con el club para devolver ese cariño”, concluye.
