Jero Romero: gira más pausada, regreso más roquero

Ferrol

El retorno a los escenarios tras "casi ocho años sin tocar" está resultando "muy emocionante" para Jero Romero (Toledo, 1974), que este viernes recala en el teatro Jofre de Ferrol en el marco de la gira con la que destapa "Miracoloso", su más reciente trabajo discográfico.

Antes de subirse al escenario, el músico afirma que esa ronda por lugares elegidos de la geografía española llega "llena de sorpresas" porque no "sabía muy bien lo que me iba a encontrar y está superando las expectativas".

"Llevo cinco conciertos, me quedan unos pocos antes del verano; luego haré otros cuantos después, pero ya está yendo mucho mejor que cualquier cosa que hubiese imaginado", expresa sobre el inicio del calendario de presentación de sus nuevos temas.

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Romero confiesa que ha estado "muy apartado" del día a día del sector musical; en realidad, "ahora también" porque vuelve "a estar en activo", pero su "intención no es hacer muchos conciertos" y que primen los emplazamientos "fuera de los circuitos habituales".

Por ejemplo, este verano "no voy a ir a festivales", pero valora que está "todo el mundo muy activo" y que tanto él como sus compañeros tienen dificultades para "alquilar una furgoneta o encontrar un técnico, está todo el mundo trabajando mucho y me alegro mogollón".

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Se rodea de una banda con cinco miembros y subraya que le "suele pasar que la gente espera algo más acústico, más íntimo", cuando en realidad su nueva propuesta "tiene más que ver con un concierto de rock que de pop acústico".

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Eso sí, Jero Romero remarca que puede ser "un aliciente para la gente que va de nuevas", aunque tanto novatos como seguidores incondicionales asistirán a la lógica evolución de su música: "Tengo nueve años más, para lo bueno y para lo malo; siempre he tenido la misma manera de trabajar, aunque los gustos también han ido cambiando".

El toledano habla de "muchos cambios en la producción" o la introducción de "elementos más electrónicos" o arreglos "vistos desde otra perspectiva; lo veo muy diferente, pero la gente lo ve solo un poco diferente".

Admite el músico que en sus letras abordan lo mismo que prácticamente "todas a lo largo de la historia"; sin ir más lejos, el amor o el desamor: "Normalmente, la diferencia está en el lenguaje que utilizas, musical y escrito, al que quiero darle mi personalidad".

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Se reflejan sus "épocas muy buenas y muy malas" y sale a relucir el enfoque de su "edad en vez de los 20 años" por más que sean "temas universales", que intenta "tratar desde mi propio lenguaje".

De su liderazgo al frente de la extinta The Sunday Drivers le quedan a Romero "recuerdos maravillosos" e incide en que ser parte de "un grupo de manera más o menos sólida" en plena juventud "es una suerte, es muy difícil".

"Con el tiempo, soy consciente de la suerte que tuve; todo lo que pasó hace veinte años lo pones en su plano justo", puntualiza el músico, que no duda en colocar a su público como "el mejor, es una cosa muy loca lo que está pasando en los conciertos, no oírnos en el escenario de lo que canta la gente".

Ve a su audiencia "muy entregada" y destaca que se "crea un ambiente especial" en el que reina el "cariño; me lo está haciendo saber la gente, se palpa desde que empieza" la actuación.

Se ha rodeado de más toledanos en una banda con "músicos de muchísimo talento; la mayoría no son conocidos, pero es gente que lleva en la música toda la vida" y que le aportan matices por proceder de géneros diferentes, del rock al jazz.

"Los admiro mogollón, pero no nos habíamos juntado nunca; nos encajaba esta manera de girar un poco más pausada, más especial", dice de sus acompañantes de aventura, los artífices del traslado a las tablas de un "Miracoloso" que hace resurgir a Jero Romero.